La esposa de Maamar Kelii ha declarado esta mañana que, el día que mataron al concejal de Llanes Javier Ardines, el argelino durmió en su casa de Bilbao. "Mi marido tiene una vida muy normalizada, se acostaba normal, a las diez u once de la noche, y nos levantábamos a desayunar todos los días a las ocho de la mañana, y en agosto nunca faltó de casa". Por tanto, según el letrado defensor de Kelii, Fernando Barutell, no pudo estar en Llanes con Djilali Benatia, tal como éste declaró, en calidad de investigado en febrero de 2019, cuando fue detenido. "En dos sitios a la vez no se puede estar", ha indicado, después de que la mujer de Kelii prestase declaración durante más de una hora en el Juzgado.

Barutell, ha resaltado que la esposa de Kelii ha declarado en calidad de testigo, por lo que no podía mentir sin arriesgarse a una acusación de falso testimonio; no como Benatia, que sí pudo mentir en sus declaraciones para defenderse de la imputación de asesinato. Barutell ha desvelado esta mañana cuál será la línea de defensa del argelino. La Guardia Civil le coloca cerca del lugar del crimen aquel 16 de agosto de 2018, al menos, su móvil prepago. El motivo, según Barutell, no es otro que perdió el móvil en el interior del vehículo de Benatia. No volvió a reclamarlo porque se trataba de un móvil barato de diez euros, no de un iphone.

Kelii declarará el próximo martes, 2 de junio, ante la jueza del caso. El pasado 14, cuando compareció en Llanes, estaba muy cansado y prefirió no contestar a las preguntas de la jueza y del fiscal. Solo indicó que jamás había estado en Llanes y que no conocía a Javier Ardines. Este martes sampliará esta versión. Su defensa pidió un careo entre Kelii y Benatia, que la magistrada del caso ha rechazado por el momento, al considerar que ese tipo de prueba está indicada solo cuando hay dos versiones muy parecidas de un mismo hecho, no como en este caso, que difieren diametralmente.