Hasta los osos son víctima de bulos en la red. La creciente aparición de plantígrados en las zonas rurales asturianas han generado expectación y psicosis a partes iguales, una circunstancia que los "trolls" están aprovechando para difundir imágenes y vídeos de osos pardos tomadas en localidades asturianas. Nada que ver con la realidad. De hecho, muchos de ellos ni son actuales. De entre todos, hay dos que están rulando por grupos de Whatsapp y redes sociales a la velocidad del rayo: una grabación de un hombre que camina junto a un oso en el monte "en el suroccidente asturiano", que realmente está grabado en Cabárceno (Cantabria); y otro de un oso que se sube a la cerca de una vivienda "en Teverga", que en realidad tuvo lugar en América.

El más espectacular de estos bulos es un vídeo que comienza con un hombre caminando tranquilamente por el monte. A su espalda, a menos de tres metros, un oso. "Mira lo que llevas ahí. Quieto, quieto, quieto", le advierte el que graba. "Te traigo una amiga", le responde, riéndose, el primero.

En un primer vistazo, hay dos cosas que llaman poderosamente la atención en este vídeo. Por un lado, la tranquilidad con la que el hombre camina delante del oso. La segunda, el peculiar guante que lleva en una mano. Ambas apreciaciones son fruto de la "trampa". Y es que El vídeo no fue grabado en el suroccidente asturiano. Las imágenes fueron tomadas en el parque natural de Cabárceno (Cantabria) y el protagonista (humano) de la grabación es un experto en cetrería del parque. De ahí que la situación pareciese tan controlada.

El segundo vídeo es aún más fácil de desmontar. Todo parece una tranquila grabación de un usuario de Instagram a sus perros en el jardín de su casa cuando, de pronto, los animales se ponen a ladrar como locos. En ese instante, un enorme oso sale de entre unos arbustos y se sube a la cerca metálica del domicilio. Al vídeo le acompaña un texto en el que se lee: "En Teverga. Asturies. Paraíso Natural".

Estas imágenes, que llevan semanas rulando por grupos de Whatsapp, cae por su propio peso si se escuchan con sonido. En la grabación se aprecia claramente cómo la persona que graba se dirige a los canes en inglés. Además, las dimensiones del plantígrado son visiblemente mayores a las del oso autóctono.