"Serafín". Así han bautizado en El Bao (Ibias) al oso que se ha convertido ya en un visitante frecuente por las casas de esta aldea del Suroccidente asturiano. Aunque en realidad está por determinar si este ejemplar es macho o hembra, por lo que Serafín quizás sea Serafina.

En cualquier caso, así es como le llama el vecino que ya mejor lo conoce, tras haberlo avistado varias veces. Un nuevo vídeo, que acompaña a esta información, muestra la mansedumbre con la que se comporta el plantígrado a escasos metros del vecino y mientras come frutos encaramado a un árbol.

Y con familiaridad, y hasta con cariño, lo trata este vecino. "No hace falta que marches. Pero baja con cuidado, Serafín, que vas a caer, que rompes las cañas todas, animalín. ¡Animalín, despacio! Ahora ya nun comes más, ya te fartucaste. Bajas con buen cuidado... ¡home! Ten cuidado cachorrín", le dice al oso mientras se sirve un festión y va yendo de rama en rama del árbol, situado junto a varias casas del pueblo.

Siempre le llama Serafín. "¡Carallo, Serafín! Cómo te pones", le espeta en otro de los vídeos.

Seguimiento al oso para evitar problemas

Desde el Principado, por su parte, siguen las andanzas de este oso muy de cerca, toda vez que la convivencia entre plantígrados y humanos es una cuestión muy a tener en cuenta ante la recuperación de la especie en Asturias. Como parte del protocolo establecido, están tratando de ahuyentar a "Serafín" del pueblo con petardos. Pero el oso continúa con sus visitas al pueblo, donde obtiene alimento con cierta facilidad y, de paso, dialoga con el vecino que mejor lo conoce: "Ya tenemos mucha familiaridad", confesó este vecino.