Los trabajadores de los geriátricos públicos del Principado han amenazado con secundar una huelga en cuanto finalice el estado de alarma si no se modifica la resolución que a partir de mañana regulará las jornadas, vacaciones, permisos, licencias y excedencias de la plantilla de las residencias geriátricas públicas en función de las necesidades del servicio para garantizar la cobertura presencial durante la pandemia de coronavirus.

Uno de los puntos más conflictivos de la resolución dictada por la gerencia de Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA) plantea, entre otras cuestiones, condicionar las vacaciones de verano a las necesidades del servicio y a la cobertura presencial de un mínimo del 40 por ciento en cada centro y por cada categoría profesional.

Esta resolución "aniquila derechos disfrazándolo de necesidad social", aseguran los sindicatos CSIF, CCOO y SAE,y por eso advierten de que si aprueba esta nueva regulación convocarán una manifestación frente a la gerencia del ERA, manteniendo las medidas de seguridad y de distanciamiento.

Esta tres organizaciones sindicales, que habían pedido la dimisión de la gerente del ERA, Ana Suárez, por considerar que está saltándose el convenio colectivo, también cargaron contra el presidente del Principado, Adrián Barbón, por respaldar su labor y pedir a los trabajadores de los geriátricos públicos que asuman medidas excepcionales ante situaciones excepcionales como la actual.

"Si finalmente el borrador es publicado, en cuanto termine el estado de alarma iniciaremos paros en las residencias y convocaremos la huelga", han señalado los tres sindicatos en un comunicado conjunto en el que piden que se respeten los derechos de los trabajadores, sus vacaciones y la Navidad.

Además de elevar del 30 al 40 por ciento la cobertura presencial en cada centro durante las vacaciones de verano, la resolución comunicada por la gerencia del ERA, contempla suspender las vacaciones a partir del 13 de diciembre para facilitar que se puedan disfrutar los días de libre disposición y por exceso de jornada, y las vacaciones ya programadas estarán condicionadas a las necesidades del servicio siempre que sea posible el mantenimiento de un 50 por ciento de presencia en cada centro y por cada categoría.

En esta instrucción se señala que en el caso de que no existiera un acuerdo entre los profesionales sobre la elección del período vacacional, prevalecerá la solicitud del personal presente en el puesto de trabajo durante el estado de alarma y en último caso se sorteará el período a elegir.