Los empleados sanitarios de las mutuas de Asturias son "un recurso básico" en la atención a asturianos de baja laboral y, por tanto, tienen derecho a puntuar su experiencia de cara a un futuro trabajo de forma equiparable al personal de la red concertada. Así lo dice el Tribunal Supremo, que revoca al Tribunal Superior de Justicia de Asturias en una sentencia pionera que podría, incluso, invitar a otras comunidades autónomas a dar el mismo paso. El fallo, que se emite tras un recurso presentado por la letrada Ana Rosa Sáez en defensa de varios empleados de una mutua, abre un horizonte de futuro más esperanzador para un sector que, hasta ahora, se consideraba en desventaja.

La batalla legal comenzó hace años, cuando una resolución del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) en 2014 convocó un proceso de actualización y valoración de méritos -que permiten a los empleados "ganar puntos" por experiencia y formación para ascender en la lista de demandantes en busca de trabajo- de su bolsa de empleo con unas bases en las que se recogían varios requisitos. Uno de los puntos de estas bases, que son las "reglas de juego" para los aspirantes a un trabajo en el sector sanitario, incluía de forma expresa los servicios prestados en centros de gestión privada-concertada, pero no hacía mención alguna a las mutuas que colaboran con la red pública de la Seguridad Social. Varios de estos trabajadores contactaron con Sáez para protestar por un trato que consideraban injusto. Había afectados de todas las especialidades sanitarias y todos habían presentado con su debida acreditación sus méritos por su labor como enfermeras, médicos y fisioterapeutas, pero el total de la puntuación recibida a cambio fue cero.

El Tribunal Supremo les da ahora la razón y obliga al Sespa a equiparar "al menos" la baremación de méritos de estos empleados a la de los sanitarios de la concertada, dejando por tanto pie a que, en el futuro, el sector pueda reivindicar una nueva mejora a mayores. A ojos de la letrada, este fallo es "muy interesante", porque "supone un cambio radical frente a la posición que no solo había en Asturias, sino en muchos otras comunidades, donde se venía manteniendo la discriminación a los trabajadores sanitarios de las mutuas".