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Asturias acumula ya 469 fallecimientos más que el año pasado, y España, 43.945

El INE confirma un gran desfase entre el exceso de muertes respecto a 2019 y el conteo oficial del covid-19, que registra 16.817 decesos menos

Este dramático 2020 ya había acumulado el 24 de mayo cerca de la mitad de todas las muertes de 2019. No es Asturias ni de lejos la autonomía con la que más se ha cebado la pandemia, pero en las 21 primeras semanas del año sumaba 6.037 fallecidos, con un exceso de mortalidad del 8,43 por ciento respecto al mismo punto de 2019 y 469 muertos más que el año pasado por esas fechas. Siete regiones -Galicia, Cantabria, Valencia, Murcia, Andalucía y los dos archipiélagos- presentan un comportamiento menos negativo en un recuento de defunciones donde se aprecian de forma difusa las garras del coronavirus.

La estimación del impacto que ha tenido el brote sobre las defunciones figura en esos términos en un estudio divulgado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que no distingue causas de muerte y se limita a comparar los números de los años precedentes con los de este ejercicio marcado por el brote pandémico. Es ahí donde figura Asturias entre las regiones con menos incidencia sobre sus cifras habituales de mortandad, que en condiciones normales ya son las más altas de España. El vistazo a la estadística semanal de decesos descubre la curva ascendente y descendente de los muertos en la región y localiza el pico máximo en Semana Santa, del 6 al 12 de abril, con 382 fallecimientos computados, y la desviación más alta del acumulado de muertos respecto al año anterior en la semana siguiente, con un 9,4 por ciento.

La señal de que conviene tomar precauciones respecto al análisis de las causas de los repuntes y los retrocesos la da una semana de principios de enero, mes teóricamente libre de pandemia, con 371 muertes, muy cerca de los 382 del pico del covid-19 en abril. El exceso de 469 tiene también poco que ver con las muertes que, después de unos cuantos vaivenes en el recuento, el Principado confirma por coronavirus, 321 ayer. Desde Semana Santa, los excesos respecto a 2019 se mantienen estables entre el 8,6 y el 9,4 por ciento. Comparando con las medias desde 2008, y con base en los informes del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMO), elaborado por el Instituto de Salud Carlos III, el Principado ha sostenido que no ha habido repuntes significativos desde el 22 de abril. Lo que sí queda claro es que 2020 es claramente el año con más muertes hasta mayo al menos desde 2016, el punto desde donde empieza a contar el INE: en el resumen parcial de estas 21 primeras semanas nunca se habían superado los 6.000 fallecimientos. Ahora, la cuenta da 6.037 en cinco meses incompletos y no resiste la comparación con los datos nacionales, donde el exceso es de 43.945 fallecidos y un 24,1 por ciento. Aquí llama aún más la atención el enorme desfase respecto al cambiante conteo oficial de fallecidos por covid-19, que ayer indicaba 27.128. Entre ambas estadísticas hay una diferencia demasiado abrupta: 16.817 decesos.

La disección de la estadística sí confirma la focalización de la letalidad de este 2020 entre las personas mayores de 75 años. Según el INE, los excesos de mortalidad se concentran en esa franja, con algún matiz: el repunte ha sido más contundente entre los hombres de 75 a 79 años (129 muertos más que el año pasado) y las mujeres de 85 a 89 (la diferencia es de 80) y sobre todo de más de 90, un sector que ha registrado hasta 154 decesos más

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