Llega el final de la tregua agraria por la pandemia. Las asociaciones del campo ASAJA, COAG y UPA se preparan para llevar a cabo nuevas movilizaciones ante el duro panorama que se presenta en el horizonte: los precios en origen continúan a la baja y los costes de producción se disparan. A ello se unen los recortes que se avecinan en la Política Agrícola Comunitaria, que mermarán en un nueve por ciento los fondos para España y dejarán en Asturias casi sesenta millones de euros menos anuales en ayudas directas.

Las grandes movilizaciones conjuntas de febrero, que en Asturias se focalizaron en Oviedo y recibieron incluso el apoyo del consejero de Desarrollo Rural, Alejandro Calvo, podrían volver en las próximas semanas si tras la desescalada de la crisis los agricultores y ganaderos, considerados esenciales a lo largo de esta pandemia, no reciben soluciones.

Así lo han señalado el vicepresidente de ASAJA, Pedro Gallardo, y los secretarios generales de COAG y UPA, Miguel Blanco y Lorenzo Ramos, respectivamente, durante su intervención en un foro dedicado a analizar el papel del sector agroalimentario.

Los dirigentes de las principales asociaciones de agricultores españolas destacan que aunque el sector está ahora más valorado por la sociedad, aún existen desequilibrios de precios en la cadena alimentaria. "Las movilizaciones que hemos aparcado por el covid-19 querían denunciar la grave crisis de falta de rentabilidad del sector", señaló Gallardo, quien ha defendido que "las administraciones tomen cartas en el asunto porque si no hay una solución, se acabó la tregua y vamos a tener que volver a sacar los tractores".

Miguel Blanco recalcó que "las reivindicaciones siguen siendo las mismas que en enero y febrero" en un sector que en 2019 registró una caída de ventas de casi un diez por ciento y que sigue siendo el eslabón más débil de la cadena alimentaria, cuyo reparto de valor sigue siendo desequilibrado". Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, apeló ayer a la unidad de todas las fuerzas políticas para resolver la grave crisis que atraviesan la agricultura y la ganadería en España. Ramos intervino en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica en el Congreso, donde enumeró las propuestas de su organización para la salida de la crisis y entregó un documento con más de ochenta propuestas. "Debemos aprovechar el impulso del proceso de reconstrucción para cerrar los cambios legales y culturales que necesita la cadena alimentaria en España", señaló. "Los recortes planteados por Bruselas para la PAC son totalmente inaceptables", agregó. ASAJA mostró su total oposición a cualquier recorte financiero en la PAC, marcada por nuevas exigencias en materia medioambiental y climática por la puesta en marcha de las estrategias sobre biodiversidad y "Del campo al tenedor". La organización sostiene que estas exigencias deben ir acompañadas de compensaciones por las limitaciones que imponen a la producción.