El Gobierno regional formalizó ayer la petición de que Asturias pase a la fase 3 de la desescalada a partir del próximo lunes, día 8. Aunque también comunicó que suspenderá dicha solicitud si en los próximos días se registra algún "brote incontrolado". La fase previa a la llamada "nueva normalidad" no permitirá la movilidad entre distintas autonomías, según aclaró el ministro de Sanidad, Salvador Illa, después de que José Luis Ábalos plantease el lunes tal posibilidad.

El Principado pide pasar a la fase 3 aunque reconoce su "preocupación" por los dos brotes en residencias de mayores de Gijón y Oviedo y asegura que revocará la petición "si los datos empeoran". El Gobierno asturiano adoptó su decisión después de que Illa confirmase que no estarán permitidos los desplazamientos entre las comunidades que se encuentren en la fase 3, aunque sí podrá haber movilidad entre distintas provincias de una misma autonomía, si lo juzga conveniente su gobierno regional. Los movimientos entre distintas comunidades no se producirán "hasta que se alcance la nueva normalidad", declaró el Ministro. "Corresponde a los presidentes de las comunidades autónomas la adopción del pase a la nueva normalidad", abundó Illa. Es decir, Barbón tendrá la competencia de decidir cuándo termina Asturias la desescalada y abre la región a visitantes de otras autonomías.