Un efecto estadístico mostró ayer una aparente paradoja: hay menos asturianos inmunizados contra el covid-19 según la segunda ola del estudio de seroprevalencia nacional de los que había en la primera ronda del análisis, presentada el pasado 13 de mayo. Si en la segunda ronda del estudio presentada ayer se ha computado que el 1,6% de los asturianos tiene anticuerpos frente al SARS-Cov2, en la primera ronda lo tenían el 1,8%. Este hecho no significa que realmente haya menos inmunizados, sino que la incorporación de más participantes ha hecho bajar la proporción de asturianos con anticuerpos. En definitiva, en la última quincena de mayo la propagación del virus fue prácticamente inexistente en la región.

En cambio, en el conjunto de España sí se ha producido lo esperado, un leve aumento de las personas con anticuerpos, lo que cabría esperar de la propagación, ya en menor medida, del virus. El porcentaje de inmunizados en el conjunto del país es del 5,2% de la población, un 0,2% más de lo que se registró hace quince días. Asturias ha sido una de las pocas comunidades en las que la tasa de inmunizados en esta segunda oleada ha resultado menor que en la primera. En cambio, cuatro provincias del centro peninsular, Madrid, Segovia, Guadalajara y Albacete, duplican la tasa de la seroprevalencia nacional; Soria y Cuenca, la triplican.

Durante su comparecencia parlamentaria en el día de ayer, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmó que la evolución de la pandemia en España es "buena", aunque avisó de que "aún hay riesgo" como constata la aparición de pequeños brotes. Illa también asumió la responsabilidad de las cifras estadísticas que proporciona el Ministerio, pese a las discrepancias con algunas comunidades autónomas o los datos que considera la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Puede haber, y seguro que hay, algún error", dijo Illa, pero consideró injustas las críticas de Vox y el PP.