La desescalada avanza a buen ritmo en el entorno hospitalario. Según confirmó ayer el servicio de Salud, que anunció que el Hospital Álvarez Buylla ultima su protocolo para permitir visitas de familiares a pacientes ingresados libres del covid-19, la incorporación del centro de Mieres hace que ya todos los hospitales de la región tengan ya esta medida en marcha. Cada gerencia sanitaria cuenta con cierta libertad para llevarla a cabo, aunque en general lo que se ha acordado es que los familiares autorizados a acompañar a sus seres queridos (solo podrá hacerlo una persona) dispongan de unas "tarjetas" que les identifiquen como usuarios autorizados. Antes de entrar, se les tomará la temperatura y se les exigirá una higiene exhaustiva de manos.
También se han creado franjas horarias diferenciadas para evitar que los familiares que acuden a visitar a un paciente se crucen con otros". En el Hospital de Cabueñes, por ejemplo, en cada habitación de dos camas se tipifican los enfermos como "paciente A" y "paciente B", y los allegados de cada uno tienen horarios de entrada distintos. Además, en el caso del centro gijonés, en la que los celadores son los encargados de vigilar en las puertas el correcto cumplimiento de los protocolos, ha surgido otro problema logístico: las supletorias. Son las camas que se instalan en habitaciones dobles para instalar a un tercer paciente y se recurre a ellas, sobre todo, en época de gripe. La gerencia ahora se ha dado cuenta de que en habitaciones dobles con tres personas no se pueden garantizar las distancias de seguridad acordadas, así que se están haciendo cambios internos (una reorganización de plantas que los sindicatos recibieron con cierta molestia por la falta de previsión) para tratar de reducir su uso al mínimo.
