El Gobierno de Asturias ha prohibido la apertura de discotecas y bares de ocio nocturno y ha limitado la circulación en grupo a quince personas por criterios de salud pública en la fase 3 de la desescalada, que comenzó ayer en la región.

El Ejecutivo regional ha publicado este martes en el Boletín Oficial del Principado (BOPA) el decreto que regula las condiciones de esta nueva fase, etapa en la que las comunidades autónomas asumen la gestión hacía una nueva normalidad.

La legislación autonómica, que contiene unas medidas que podrían revisarse en función de la evolución de la epidemia, fija que las reuniones deberán ser cómo máximo de 15 personas, salvo en el caso de convivientes, en lugar de 20 como establece el marco regulatorio nacional.

Respecto a los establecimientos de hostelería y restauración, el decreto plantea que podrán abrir siempre que no superen los dos tercios de aforo máximo, frente al 50 por ciento dictado por el Gobierno central.

Por otro lado, ha decidido prohibir la apertura de discotecas y los bares de ocio nocturno, en contra de lo establecido en la orden del Ministerio de Sanidad que permite iniciar la actividad en estos establecimientos siempre que no se supere un tercio de su aforo.

Además, en las terrazas al aire libre de los establecimientos de hostelería y restauración el aforo en Asturias se limita al 75 por ciento de la capacidad de las mesas permitidas.

En este punto, el Principado recomienda que no se fume en estas terrazas, ante el incremento del riesgo de transmisión del coronavirus que puede implicar este hábito.

El decreto entrará hoy en vigor y tendrá efectos hasta el fin del estado de alarma (21 de junio), sin perjuicio de que puedan introducirse modificaciones en función de la evolución epidemiológica.

Al margen de los supuestos que plantea, serán de aplicación las normas y medidas vigentes dictadas hasta ahora por el Gobierno de España.

El objetivo del decreto, según ha señalado en un comunicado el Gobierno regional, es que esta última fase se realice con las mayores condiciones de seguridad, de tal manera que se dificulte la posibilidad de rebrotes y se refuerce la capacidad de detección temprana de los mismos.

Por esta razón, insta a la ciudadanía a respetar las medidas de protección, especialmente el lavado frecuente de manos con agua y jabón, el mantenimiento de una distancia mínima de seguridad de dos metros y el uso de mascarillas.