Más de un centenar de vecinos del Valle de San Jorge (Llanes) se concentraron ayer en Nueva para reclamar la reapertura de su centro de salud. Los usuarios, 1.450, deben desplazarse desde hace tres meses al ambulatorio de Posada y eso "en una población envejecida" está causando trastornos.

Soledad Matamoro tiene 84 años, vive en Hontoria y debe ir al centro de salud una vez por semana. Si su nieto no puede llevarla debe pagar un taxi, "y no es viable". Por eso, para ella "es muy urgente" que reabran en Nueva. Le sucede algo parecido a Tito Vega y Marisol García. Ellos viven en Nueva, "somos jubilados no podemos gastarnos el dinero en ir a Posada y venir".

Entienden los usuarios que la pandemia modificara las circunstancias sanitarias, "pero ya es hora de abrir, el resto de servicios vuelven a la normalidad; si se establecen los protocolos adecuados podremos utilizar nuestro centro de salud", opinan.

El alcalde pedáneo, Lucio Carriles, respaldó la concentración junto a Agustín López Rivas, vecino y portavoz de la Plataforma en Defensa del Hospital Grande Covián. El primero anunció que trasladará a la Consejería de Salud varias preguntas en aras de saber cuándo abrirá el centro y si lo hará con los mismos recursos humanos y con los mismos servicios; al tiempo que se interesará también por qué protocolo se va a seguir para garantizar la seguridad de sanitarios y usuarios

López Rivas puso el acento en la inseguridad que supone "concentrar a tanta gente en un mismo centro de salud". De hecho, abunda, "la semana pasada el centro de salud de Posada era un caos".