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Una carretera sin rumbo

La Autovía Industrial, llamada a ser clave para la movilidad en el centro de Asturias, vuelve a perder usuarios tras haber superado la anterior crisis

La Autovía Industrial, ayer, sin apenas tráfico, en las inmediaciones de Veranes (Gijón). JUAN PLAZA

La Autovía Industrial (AS-II) ha vuelto a perder el rumbo. Llamada a ser clave de la movilidad en el centro de Asturias y tras haber salido del "pozo" en el que se sumió a causa de la anterior crisis económica, ha vuelto a perder usuarios: en el primer trimestre de este año un 9,9%, al quedarse en una media de 21.625 al día, por los 23.993 registrados en el mismo periodo de 2019. En números absolutos, el número de vehículos que usaron la AS-II entre el 1 de enero y el 31 de marzo fue de 1.967.875, por los 2.159.370 del año pasado.

La caída en barrena de la intensidad media diaria (IMD) refleja solo en una pequeña parte el efecto de la pandemia provocada por el covid-19, ya que las restricciones a la movilidad solo se aplicaron a partir de mediados de marzo. Habrá por lo tanto que esperar a los resultados del segundo trimestre para comprobar el efecto real de la crisis sanitaria sobre esta vía, inaugurada en 2007 y que nunca alcanzó el nivel de tráfico esperado por la concesionaria, Viastur, participada por Sacyr (70%) y Sánchez Lago (30%).

Pero, además de la pandemia, hay otras razones por las que la autovía ideada para descongestionar la "Y" parece estar "maldita". Entre ellas, la ausencia de buenas salidas en Oviedo y Gijón, y sobre todo la falta de un nudo de enlace con la "Y" en Robledo (Llanera), donde ambas se cruzan. Hay una promesa pendiente para construirlo, que hasta ahora no ha pasado del mundo de las ideas. El Ministerio de Transportes y el Principado prometieron en 2019 desbloquear ese "pinchazo". Aunque el Plan Director de Infraestructuras para la Movilidad de Asturias (PIMA) contemplaba para este nudo una inversión de 14 millones, se busca una solución más económica (aún no hay cifras concretas), que financiará el Estado.

El mal resultado del primer trimestre de este año quiebra la tendencia al alza registrada desde 2015 en la AS-II, una vez superada la anterior crisis económica. Llega, además, justo después de que, el año pasado, la Autovía de la Industria registrara la mejor marca de su historia, con una media diaria de 24.027 viajes y 8,04 millones de ingresos por el canon de "peaje en la sombra", que el Principado abona en función del número de vehículos que circulen por la vía. Fueron unas cifras nunca antes alcanzadas, pero que se sitúan por debajo de las previsiones iniciales de la concesionaria, que en 2007 había calculado que rondaría los 30.000 tránsitos diarios de media en 2017 y hasta los 50.000 en 2035 en algunos tramos, como el Oviedo-Lugones.

La caída del 9,9% en el número de vehículos en Asturias es menor, no obstante, que la registrada por el grupo Sacyr en el conjunto de sus concesiones en España, que ha desembocado en una caída de los ingresos del 17,2%, con pérdida de usuarios en la mayoría de las autopistas y autovías de pago nacionales.

Sacyr también registró pérdida de usuarios en todas las autopistas de peaje que gestiona fuera de España, salvo la denominada Rutas del Desierto, en Chile. No obstante, la buena marcha de otros negocios en el extranjero, en especial en Colombia, Uruguay, Paraguay y México, permitió al grupo cerrar el trimestre con un incremento de los ingresos del 12,7%, hasta alcanzar los 245,8 millones.

La empresa concesionaria de la AS-II solo ha recuperado hasta ahora 83,5 de los 135 millones que gastó para construir la autovía. Los intentos de Viastur, incluso en los Juzgados, para que el Principado mejorara las condiciones de la concesión resultaron infructuosos. El acuerdo firmado en 2005 por el Gobierno asturiano y Viastur establecía que a cambio de la construcción y la explotación de la AS-II hasta 2035 la concesionaria recibiría un canon en función de los usuarios: 0,036 euros por cada turismo y 0,05 euros por cada camión.

La AS-II, que surgió del desdoblamiento de la antigua carretera Oviedo-Gijón (AS-18), tenía como objetivo principal aliviar el tráfico en la autopista "Y", que registraba en 2007 una intensidad media diaria superior a los 70.000 vehículos. El objetivo era reducir ese tráfico entre un 20 y un 30 por ciento ya en los primeros años. La Autovía Industrial, inaugurada el 13 de mayo de 2007, cuenta desde el pasado mes de septiembre con un nuevo enlace, el que la une al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), cuya apertura apenas tuvo incidencia en el nivel de tráfico. Al menos por ahora.

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