La Consejería de Salud realizará una "gran campaña de promoción" para que el próximo otoño se vacunen contra la gripe en Asturias tres colectivos considerados fundamentales: los mayores de 65 años, las mujeres embarazadas y los profesionales sanitarios.

Así lo anunció ayer el Gobierno regional, tras conocerse que el Ministerio de Sanidad está planteándose adelantar la inmunización de la gripe como forma de ayudar a reducir el número de cuadros compatibles (y confundibles) con el coronavirus. Una medida que no carece de contrapartidas "no deseables", como restar efectividad a la vacunación.

En la segunda semana del pasado mayo, el Principado notificó al Ministerio de Sanidad su incorporación al acuerdo marco para la compra centralizada de vacunas de la gripe. En los años anteriores hubo dificultades para que las dosis llegaran a tiempo, debido a que los laboratorios que las fabrican daban prioridad en el suministro a países en los que la vacuna les reporta más beneficios. Habrá que ver qué sucede en esta ocasión.

Según el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, "no está muy claro cuál podría ser el efecto final" del adelanto de la vacunación y hay que estar muy pendiente de los "efectos colaterales". La composición de la vacuna de la gripe común se modifica cada año para dar respuesta a las mutaciones genéticas del virus, que se producen también a lo largo de la propia epidemia. Esta variabilidad podría conllevar que la inmunización fuera eficaz en el primer periodo del invierno y que después bajase su efectividad.