Los psiquiatras asturianos sostienen que la Consejería de Salud está "demonizando" los tratamientos con medicamentos para las patologías mentales en favor de las terapias psicológicas. "Los psicofármacos son medicamentos que han demostrado eficacia en el tratamiento de los síntomas y los trastornos mentales" y su uso "está avalado" mediante ensayos clínicos, subraya la Sociedad Asturiana de Psiquiatría como respuesta a un programa de atención psicológica presentado la semana pasada por el Gobierno asturiano.

Estas consideraciones de los especialistas en psiquiatría aluden a un plan de tratamiento de las secuelas psíquicas de la pandemia de covid-19. Fue presentado el pasado miércoles por la Consejería bajo la etiqueta de "pionero". El objetivo anunciado por Salud consiste en ofrecer "atención psicológica especializada" para prestar "apoyo a profesionales sanitarios, pacientes, familiares y a la ciudadanía en general ante el impacto" del proceso pandémico.

En la presentación de ese programa participó, entre otras, la nueva responsable de la red de Salud Mental del Principado, Mar Fernández. El espíritu del plan quedó sintetizado en la apuesta por unas estrategias de salud mental que "eviten la cronificación y el tratamiento farmacológico siempre que sea posible".

Los especialistas encuadrados en la Sociedad Asturiana de Psiquiatría "aplauden" que la Consejería "tenga presentes los problemas relacionados con la Salud Mental". Sin embargo, acto seguido aclaran que "no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la continua demonización de una de las principales herramientas terapéuticas con las que contamos los psiquiatras, y los profesionales de la medicina en general, para abordar los síntomas derivados de las enfermedades mentales, como son los fármacos".

El colectivo de psiquiatras fundamenta su argumentación en "las guías clínicas internacionales más prestigiosas (APA, NICE)", que "recomiendan el uso de psicofármacos del mismo modo que se recomiendan determinadas intervenciones psicológicas para el tratamiento de los síntomas derivados de la exposición a estrés agudo, así como para la prevención y tratamiento del trastorno por estrés postraumático".

Sobre esta base, la Sociedad Asturiana de Psiquiatría expresa su rechazo a un posicionamiento basado en "evitar un tipo de intervención médica que ha demostrado eficacia y está incluida en las guías de buena práctica clínica".