La dirección de Foro Asturias decidió en la tarde del jueves la expulsión del partido de su fundador, el exministro Francisco Álvarez-Cascos. Y ayer mismo presentó en el juzgado una querella criminal por los presuntos delitos de apropiación indebida y administración desleal en delito continuado. La expulsión y denuncia se basan en la auditoría económica llevada a cabo por el equipo de la actual presidenta, Carmen Moriyón, a los años en los que Álvarez-Cascos tuvo la máxima responsabilidad en el partido que él mismo impulsó.

En un documento de 48 páginas entregado ya en los juzgados, Foro Asturias detalla los motivos por los que considera que Álvarez-Cascos cometió delitos al frente de su propio partido: "Desarrolló hasta su cese en la organización actos que le generaron pingües beneficios a la par que un manifiesto empobrecimiento de las arcas del partido", señala la querella, a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA.

Según la actual dirección de Foro, Francisco Álvarez-Cascos tomó "decisiones financieras que venían a comprometer los recursos del partido sin control alguno por parte de los órganos asamblearios del partido (siempre, cómo no, en su exclusivo beneficio personal)". La querella resalta, por ejemplo, "la fijación de un sueldo manfiestamente desmesurado" o "tomar a préstamo dinero del partido".

Además, siempre según la querella, el exministro pudo haber "concertado contratos de arrendamiento opacos e inexistentes y, en todo casos, innecesarios y gravosos" que a la postre le beneficiaban, "por participar del substratum personal de la sociedad a la que pertenecía la finca". Se refieren al supuesto alquiler de una sede de Foro en Madrid a la sociedad de la que era titular su entonces esposa, María Porto.

Los gastos que cargaba al partido constituyen la tercera pata sobre la que Foro sostiene su denuncia judicial. Se trata de conceptos pagados por la organización que "se extralimitaban con creces" respecto a lo que podría considerarse como gastos de representación. La dirección del partido pone ejemplos: las "tasas derivadas de licencias de pesca" o las referidas a "las pruebas psicotécnicas para la licencia de armas". Foro reseña "gastos manifiestamente superfluos" y alejados de la austeridad, como los correspondientes a su chófer personal. Y detalla otros desembolsos que suponen "un desprecio por las reglas más elementales de respeto al dinero de los contribuyentes: "Desde la adquisición de zapatos para sus vástagos, hasta el coste de los billetes de tren para desplazarse aquellos a Córdoba o la compra de videojuegos y comida [para sus hijos] en Madrid". Más aún, Cascos presuntamente cargó al partido "la reparación de un vehículo cuya titularidad correspondía a la que era su esposa" o el gasto de hotel en Asturias del padre de ella.

Se trata, dice Foro en la querella, de "un variado elenco de actuaciones desde los albores del partido", por lo que considera que "bastaría que una sola fuera debidamente acreditada, para proclamar la manifiesta quiebra de los más elementales principios" en una organización que "finalmente se nutre en casi su totalidad de recursos públicos".

El portavoz parlamentario y secretario general de Foro Asturias, Adrián Pumares, recalcó que la querella se formula "por la presunta comisión de un delito continuado". "Tenemos esos indicios, nosotros no prejuzgamos y somos escrupulosos con la presunción de inocencia, pero tenemos que adoptar todas las medidas necesarias para mantener intacta la honestidad", señaló Pumares.

Según Luis Llanes, abogado de Vaciero que formuló la querella (y quien representó al SOMA en el "caso Villa"), resulta difícil cuantificar cuánto dinero, presuntamente, se habría apropiado Álvarez-Cascos del partido. "Es difícil, porque se mezclaba lo que era su patrimonio con el del partido", aseguró. Llanes sostiene que Cascos se asignó un sueldo sin conocimiento de los órganos de fiscalización de la organización y resaltó algunos aspectos que indujeron a sospecha, "como la sede de Madrid, que pasó desapercibida para la directiva y cuya utilidad es más que cuestionable, pero es que además se alquilaba a una sociedad relacionada con él".

Brotan curiosas paradojas ante este giro en la trayectoria del que fuera ministro con Aznar. La dirección de Foro señala en la querella que Álvarez-Cascos confundía "su patrimonio y el del partido", una afirmación que recuerda al motivo por el que los foristas, con Cascos en la presidencia del Principado, intervinieron en la gestión de Natalio Grueso en el avilesino Centro Niemeyer. Otra más: el que fuera poderoso secretario general del PP había proclamado en 1998, al expulsar del partido al entonces presidente asturiano Sergio Marqués, aquello de que era preferible "un partido sin gobierno que un gobierno sin partido". La dirección de Carmen Moriyón ha optado por tener un partido sin Cascos.