Beli Collado regenta La Casa Dora en Abándames (Peñamellera Alta). Su público es madrileño y vasco sobre todo, con lo que la apertura de fronteras es una buena noticia. Echa de menos no contar con un protocolo específico, informa Eva SAN ROMÁN "Yo he decidido prescindir de muchos elementos de decoración, de cambiar las fundas de los sofás, de no poner cojines, pero nadie especifica cómo deben ser ahora las casas rurales". Además, "en dos meses podré llenar apenas 28 días" para dejar tiempo para desinfectar. Seguramente, apunta Ángeles Cueto, "cubramos gastos y poco más". Esta piloñesa lleva el hotel rural Casa Cueto. "Notamos mucho bajón. Dependemos más de madrileños, vascos, catalanes, cántabros, leoneses y gallegos". En su llegada "tenemos puestas nuestras esperanzas". Antonio Gutiérrez lleva El Mundo de la Cerveza (Riocaliente, Llanes). "Los primeros 15 días de la desescalada fueron buenos, pero se ha parado", dice, contento por la reapertura de fronteras.