Domingo de playa, más que al sol, entre nubes, pero con unas temperaturas más que agradables. La costa recibió ayer a cientos de asturianos dispuestos a disfrutar de una jornada entre el mar, la arena y las áreas recreativas el primer día sin estado de alarma, pero con la obligación de mantener distancias y evitar aglomeraciones.

Fue posible. En la comarca de Avilés los arenales tuvieron una afluencia considerable, al igual que los del Oriente. Más tranquilidad, pues también estuvo más cubierto, hubo por el litoral occidental. Los aparcamientos, terrazas, paseos marítimos y otras zonas próximas a las playas se llenaron de gente deseosa de estrenar la nueva etapa marcada por el coronavirus.

Los asturianos dieron en general muestras de saber comportarse y adaptarse a la nueva normativa de convivencia a la que obliga la crisis sanitaria.

Hoy, los que puedan, volverán a irse a remojar al mar o a la piscina. Se esperan temperaturas elevadas, sobre todo, en el Suroccidente, donde los termómetros rozarán los 30 grados.