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Saltar los muros de la residencia tres meses después

Solo algunos mayores institucionalizados pudieron dar un paseo fuera de su geriátrico, a la espera de ajustes en los protocolos

Luis Franco Cano se dispone a colocarse la mascarilla al salir de la residencia del Cristo (Oviedo). Irma Collín

-Lo que más eché de menos es ir a casa de mis hermanas. Suelo acercarme caminando, y tengo ganas de volver a hacerlo.

Luis Franco Cano, natural de la provincia de Valladolid, se trasladó a Oviedo después de jubilarse porque tiene familia en la capital del Principado. Lleva varios años alojado en la residencia del Cristo. Ayer pudo rebasar los límites del recinto de este geriátrico público. Lo mismo les sucedió a los usuarios de algunos centros de mayores de la región: por fin empezaron a disfrutar de las salidas y paseos por el exterior que les permite la normativa establecida por el Ministerio de Sanidad.

Aunque ayer era la fecha oficial para el avance de la desescalada, después de tres meses y medio encerrados como mecanismo de defensa frente al covid-19, la mayor parte de los geriátricos públicos no dieron el paso aún. Según la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, se les otorgó un plazo para que adaptasen sus planes de contingencia a la nueva normativa de la Consejería de Salud, y esa adaptación permitirá salidas (paseos) visitas y nuevos ingresos. Sin embargo, unas residencias ya han rematado sus protocolos, y otras lo harán "en los próximos días", precisaron fuentes de la Consejería.

El pasado miércoles, la titular de este Departamento, Melania Álvarez, había declarado que "estamos trabajando para intentar que este próximo domingo se puedan llevar a cabo los primeros paseos, siempre garantizando al máximo la seguridad de los residentes". Finalmente, habrá que esperar un poco más.

"Estos meses los he llevado con paciencia", explicó Luis Franco al salir a dar un paseo por el entorno de la residencia del Cristo. Otro compañero suyo, Ignacio González Fernández, de Grado, también se mostraba resignado con lo vivido en este trimestre: "Hago lo que me dicen. Me adapté bien, no tuve problemas, hay que ser conscientes de lo que hay y no echar la culpa a otros".

Entre las residencias que llegaron a tiempo para que sus mayores pudieran estirar las piernas figura el Hospital Gijón, del que ayer salieron a pasear en torno a una veintena de usuarios, según explicaron a este periódico los responsables del equipamiento sociosanitario gijonés.

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