Los estudiantes con discapacidad auditiva se han topado con un obstáculo adicional en esta pandemia del covid-19: la adaptación a las clases online. Al margen de los problemas de disponibilidad de equipos informáticos y de la consabida brecha digital, que afecta a toda la población, "los alumnos con problemas de audición han tenido que enfrentarse a la dificultad del seguimiento de clases por medios telemáticos: audios, videoconferencias, reuniones por aplicaciones como Zoom...", explica Irene González, psicóloga de la Asociación de Padres y Amigos de Deficientes Auditivos de Asturias (Apada).

Además, los apoyos educativos en los colegios y la asistencia a sesiones de rehabilitación privada (logopedia en este caso) "fueron suspendidos, pese a ser imprescindibles para nuestro alumnado", indica Irene González, quien hace hincapié en que este tipo de problemas siempre alcanzan una mayor incidencia "en familias de nivel socioeconómico bajo".

Entre tanto, los transportes públicos son un espacio de complicaciones adicionales para las personas con problemas visuales. "Han desaparecido las taquillas donde comprar billetes, las máquinas expendedoras no son accesibles y dependemos de la buena voluntad del resto de los viajeros para poder sacar nuestro billete", destaca Andrés Mayor, presidente de la Asociación Retina Asturias. A su juicio, es "lamentable" que en estaciones de autobuses como las de Avilés y Gijón "las personas con discapacidad visual no podamos sacar un billete". "El colmo" -prosigue Andrés Mayor- es Renfe, "porque ni siquiera a través de su página web es posible sacarse un billete".