Asturias, como el resto de España, vive un "momento delicadísimo", en el que hay que ser "extremadamente escrupulosos" en el cumplimiento de las normas aprobadas para afrontar la "nueva normalidad" surgida tras el fin del estado de alarma, el pasado domingo, señaló ayer el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño. El objetivo es "no volver atrás" y evitar rebrotes, para lo cual Cofiño apeló a la "responsabilidad individual" y a cumplir "con absoluta precisión" las normas. El Consejero, que presidió la reunión telemática del comité de expertos para la desescalada en Asturias, subrayó que el actual es el periodo "más complejo" porque puede haber quien crea que la pandemia ha terminado, cuando, en realidad, "el virus sigue ahí". Añadió que el horizonte final de la desescalada es "la normalización absoluta de la vida".