San Lorenzo colgó por primera vez desde que se implantara el sistema de control de aforos el cartel de "no hay billetes". Los accesos a la playa de San Lorenzo estuvieron cerrados cerca de veinte minutos, alrededor de las 18.10 horas, coincidiendo con la pleamar. Según confirmaron fuentes de Asata, la empresa que en Gijón gestiona el servicio de serenos y el de control de accesos a las playas, coincidiendo con la pleamar. Por lo tanto, muchas personas tuvieron que aguardar su turno para poder acceder al arenal en una calurosa tarde en la que los bañistas reconocieron que sí se respeta la distancia de seguridad, pero temen la llegada de los turistas.
Cuando el mercurio superaba ampliamente los 20 grados, Antonio Fernández decidió que ya era suficiente sol por una jornada. Nacido en Mieres, pero vecino de Gijón, acude con frecuencia prácticamente diaria a San Lorenzo. Fernández teme que con el paso de las jornadas, una vez recuperada tras el final del estado de alarma la movilidad interprovincial, los aforos de San Lorenzo vuelvan a ser completos. "Hoy (por ayer) había mucha gente, pero será mucho peor en julio, cuando vengan los turistas", apuntó.
A pesar de que San Lorenzo presentó un buen aspecto, la distancia entre toalla y toalla, al menos de manera general, pareció ser la adecuada. "Sí, se respeta la distancia de seguridad", valoró Fernández. Si bien hay opiniones contradictorias, como la de Elsa Álvarez, otra bañista, que afirmó lo contrario. "No tengo miedo a las aglomeraciones, pero no se respeta la distancia de seguridad", indicó. Por su parte, Eva Gázquez, que también acudió al arenal, elogió el sistema de control de los accesos. "Funciona y se cumple la distancia, al menos por ahora, ya que falta gente por venir", destacó.
Los controladores empezaron a trabajar el día 8 de junio. Son 37 y operan tanto en San Lorenzo como en Poniente y el Arbeyal, donde establecen zonas de entrada y salida e informan a los ciudadanos de los aforos. Su labor no es sancionadora, por lo que la base para que el sistema funcione no es otra que la responsabilidad ciudadana.
