Asturias dejará de ser el próximo miércoles la voz de España en el Consejo Europeo de Educación, tras seis meses de "mandato". Ahora le tocará a Extremadura trasladar a las comunidades autónomas todos los asuntos que se debatan en Bruselas. Ayer la consejera asturiana de Educación, Carmen Suárez, participó en la última videoconferencia de este órgano, en el que se analizaron los efectos del covid-19 en las escuelas. La sesión contó con un total de 27 ponencia de todos los estados, incluida la de la ministra de Educación y Formación Profesional de España, Isabel Celaá. El encuentro sirvió también para valorar el plan europeo de acción para la educación digital de la UE.

La capitanía de Asturias en el Consejo de Educación ha estado marcada por la pandemia y la consejera Carmen Suárez destaca que las autonomías consideran que el proceso de digitalización se "ha acelerado" como consecuencia de la obligatoriedad de disponer, en un tiempo récord, de un sistema de docencia a distancia.

En Asturias, por ejemplo, "la Consejería asignó a todo el profesorado y al alumnado licencias para descargar y utilizar de forma gratuita las aplicaciones de Microsoft 365". En apenas quince días, aseguran, "se programaron 42 seminarios en línea, que registraron una alta participación". En mayo se dio apoyo para el manejo de herramientas telemáticas. La consejera valoró que durante la primera mitad del año se haya trabajado "intensamente" en el nuevo reglamento del programa Erasmus +, la circulación de talentos y la inclusión de las políticas educativas en el semestre europeo.