"Ya no hay estado de alarma, pero la crisis sanitaria continúa y el riesgo es mucho mayor". El director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, y la directora gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra, apelaron ayer, en rueda de prensa, a la prudencia y pidieron extremar el uso de la mascarilla y el distanciamiento social, sobre todo, en grupos familiares y pandillas. "Estamos en una situación crítica para los próximos meses. Puede haber rebrotes y dudamos de lo que ocurrirá si nos tenemos que enfrentar a una segunda onda epidémica. Es importante no perder la percepción de riesgo", insistió Cofiño, que calcula que en Asturias unas 16.400 personas pasaron el coronavirus, aunque la mayoría de ellas de forma asintomática.

Este dato se obtiene a partir de los estudios de seroprevalencia, que sitúan la incidencia de contagiados en el 1,6% de la población regional. "Es un buen resultado, creemos que Asturias lo ha hecho muy bien. Si la seroprevalencia hubiese sido del 5%, como en otras comunidades, el número de afectados subiría a 53.000, y eso significa a su vez un aumento de la mortalidad", explicó Cofiño. En los 116 días que van de pandemia se han confirmado 2.435 casos de covid-19. Es decir, son 238 infectados por cada 100.000 habitantes, cuando la media nacional es casi el doble. El número de fallecidos es de 369, lo que arroja una tasa de mortalidad de 31 por 100.000 habitantes, "la mitad que a nivel nacional y hasta cinco veces inferior a la de otras comunidades".

Por su parte, la directora gerente del Sespa, Concepción Saavedra, insistió ayer, como ya hizo esta semana el propio consejero Pablo Fernández, en que "no se cerrará ningún consultorio local o periférico". Los 71 centros sanitarios que permanecen cerrados desde el inicio de la apertura irán abriendo de "forma escalonada" en las próximas semanas. Los primeros serán los de Coaña (El Espín), Castropol, La Caridad, Muros de Nalón, Colombres y Villamayor. No obstante, matizó Saavedra, hay que encontrar un "equilibrio entre accesibilidad y seguridad". Por eso, ha pedido a los pacientes que llamen previamente y ha recordado que los consultorios tendrán que establecer un sistema de triaje y habilitar un doble circuito para separar a los enfermos con síntomas respiratorios del resto. "No podemos comparar un centro sanitario con una cafetería o un gimnasio. Necesitamos tener una estructura mínima que evite esa transmisión", subrayó.

Saavedra también adelantó que el Sespa elaborará esta semana un plan de contingencia sobre camas de hospitalización y de UCI, que determinará el futuro del hospital de campaña montado en el recinto ferial Luis Adaro. El centro sanitario, que dispone de 144 camas, se levantó en el momento más álgido de la pandemia y no se utilizó. Ahora que la actividad sanitaria ha comenzado a normalizarse, el Sespa teme también que las listas de espera para consulta con especialista y quirúrgicas se disparen, ya que desde febrero "no hubo una gran diferencia" pero "hay gente que ha estado esperando por la crisis".