El abandono de las cercanías ferroviarias en Asturias es una condena sin freno. Ayer fue el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien lamentó la situación que vive Feve, con un continuo deterioro estructural y de su material rodante, y una imparable pérdida de pasajeros. "Es la crónica de una muerte anunciada", subrayó el jefe del Ejecutivo, que criticó la ausencia de inversiones durante varias décadas por parte del Gobierno central, que tiene las competencias ferroviarias en Asturias. Reclamó al Estado mejoras y una renovación del parque móvil ferroviario: "Tiene tantos años como yo", dijo.
Horas después, el ministro José Luis Ábalos informó de que el lunes el consejo de administración de Renfe adjudicará la compra de 31 nuevos trenes de ancho métrico para la cornisa cantábrica, Castilla y León y Murcia. Se trata de una adquisición que comenzó a tramitarse hace año y medio.
No obstante, Barbón descartó la posibilidad de que el Principado asuma las competencias en cercanías, algo que sí han hecho otras comunidades autónomas. El Ejecutivo considera que, si bien en un primer momento podría ser "un logro", a largo plazo comprometería la estabilidad de las cuentas del Principado. "No podemos poner en riesgo la viabilidad económica del Principado. El Gobierno de España debe invertir", clamó.
No obstante, algunas quejas sí tienen efecto. La presión de los sindicatos, los usuarios y los ayuntamientos empieza a surtir efecto: Renfe ha dado marcha atrás y acepta reponer dos de los servicios de Feve que había suprimido con la declaración del estado de alarma y que pretendía mantener cancelados. Uno de los trenes recuperados es el que da servicio al Hospital del Oriente, en Arriondas, cuya supresión había generado fuertes críticas de los usuarios porque imposibilitaba el viaje de ida y vuelta en el día al centro asistencial desde cualquier punto de la comarca oriental, tal y como reveló ayer LA NUEVA ESPAÑA. Los convoyes volverán a funcionar a partir del lunes. Se trata en el primer caso del tren que parte de Oviedo a las 18.45 horas y llega al fin del trayecto, en Llanes, a las 21.41 horas. Ese mismo tren parte de nuevo de la estación llanisca al día siguiente, a las 7.40 horas, y llega a la capital asturiana a las 10.35.
Es un "triunfo parcial" e "incompleto", según señalaron ayer los líderes sindicales del sector, porque, a su juicio, aún resulta necesario reponer el resto de los servicios suspendidos, en especial los que cubren el recorrido entre Oviedo y Santander y Oviedo y Ferrol, en ambos sentidos. Renfe, que en un primer momento dijo "no" a recuperar más trenes y que dejó únicamente uno en cada sentido a Galicia y a Cantabria, ha dado marcha atrás después de la presión ejercida por los sindicatos. Especial relevancia tiene el papel de la UGT, que ha mantenido reuniones en los últimos días con los máximos dirigentes de la compañía estatal y que consiguió finalmente arrancar el compromiso de rescatar el citado servicio entre Oviedo y Llanes, en ambos sentidos. Pero los sindicatos creen que no es suficiente y exigen la recuperación del servicio regional.
El diputado de Ciudadanos Sergio García, por su lado, urgió ayer al Gobierno de Asturias a detallar las gestiones que ha realizado o que va a realizar ante el Ejecutivo de España con relación a Feve. "Pedimos más hechos y menos palabrería", indicó García. Algunos ayuntamientos afectados también han presionado para recuperar servicios ferroviarios. Ayer mismo, el Gobierno de Llanes se atribuyó la recuperación del servicio antes citado y anunció que trasladaría por carta al director general de Renfe, Ramón Azuara, el "malestar existente en el municipio por la paulatina reducción del servicio de trenes de cercanías, que ocasiona un gran daño a la población y supone una merma importante en las comunicaciones para la comarca". Es algo que los munícipes consideran "totalmente contradictorio frente a los planes estatales en la lucha contra el despoblamiento". La concejala de Transportes y Comunicaciones de Llanes, Marián García de la Llana, criticó que Renfe no haya recuperado "la normalidad" en los servicios ferroviarios de Feve tras la finalización del estado de alarma.
