La pandemia no solo ha hecho despegar el negocio de las mascarillas o los hidrogeles. También está sacando versiones nuevas de negocios tradicionales. Y eso incluye a las cocinas con estrella Michelin, como las asturianas de Casa Gerardo o Casa Marcial de donde están saliendo raciones de fabada y pitos de caleya para toda España, traspasadon las fronteras de Asturias para llegar a las casas del país en un paso más de la renovada oferta de comida a domicilio, que hasta ahora se circunscribía a la ciudad donde se ubica el restaurante.

La pandemia del covid-19 ha forzado una notable mejora del servicio de entregas a domicilio, ahora popularizado por su término inglés "delivery". Y ese despegue ha incluido, entre otras novedades, la incorporación de más restaurantes, algunos con estrellas Michelin, a una oferta hasta entonces centrada en la comida rápida. Con los restaurantes cerrados, la comida a domicilio se planteó como una nueva vía de negocio que muchos mantienen al reabrir gracias a la buena aceptación conseguida. Pero Casa Marcial, con dos estrellas Michelin en Arriondas (Parres), y Casa Gerardo, con una en Prendes (Carreño), han evolucionado aún más este servicio distribuyendo no sólo en Asturias, sino al resto de España, los platos más emblemáticos de su cocina tradicional.

"Tenía claro que la fabada, el pitu de caleya con patatas y pimientos asados y los callos asturianos debían estar en nuestra propuesta de comida a domicilio", dice el chef Marcos Morán, quien comenzó solo con la iniciativa, antes de reabrir Casa Gerardo el 25 de junio. "Yo cogía el pedido y cocinaba. Empezó como algo divertido, pero los pedidos aumentaban y ha sido mucho curro. Me he hecho una mili completa", asegura quien confiesa que la idea de desarrollar este servicio le rondaba la cabeza desde hace tiempo y ha sido la pandemia la que le dio el empujón.

Los pedidos se reciben en 24 horas y, si se mantienen en sus envases, "aguantan dos o tres días en la nevera", explica el cocinero. Lo único que tiene que hacer el cliente es calentarlos siguiendo sus instrucciones y disfrutar de la versión más clásica de Casa Gerardo, como están haciendo "tanto clientes habituales como nuevos". Quienes puedan acudir al restaurante de Prendes encontrarán más espacio entre las mesas, pero la misma calidad en el plato, tanto en la propuesta tradicional como en la contemporánea, que han convertido este centenario local en uno de los referentes del país.

Por su parte, los hermanos Esther y Nacho Manzano (Casa Marcial, La Salgar y Gloria) tienen una vida culinaria ligada a uno de sus platos más reconocidos, el pitu de caleya, convertido ahora en la estrella de sus menús a domicilio. Su madre lo guisaba por encargo y, cuando ellos convirtieron la casa de comidas familiar en un restaurante en 1993, fueron pioneros en incluirlo en la carta. Entonces, recuerdan, sólo se consumía en hogares y algunos bares de aldea. Como Marcos Morán, también Nacho Manzano tenía en mente desde hace tiempo sacar partido a sus recetas estrella con oferta a domicilio, pero que no lo habían puesto en marcha hasta ahora, en forma de tres menús que se distribuyen en cajas

En concreto la de pitu contiene un aperitivo de su cresta, guiso de su carne con patatinas y arroz con pitu (uno de sus platos estrella, que también ha llevado a los restaurantes Ibérica que dirige en Reino Unido); la de fabada, las famosas croquetas de jamón de Esther Manzano, fabada y arroz con leche, y la mixta, croquetas, arroz con pitu, fabada y arroz con leche, todas para cuatro personas.

Ya han reabierto las casas de comida Gloria de Oviedo y Gijón, el 1 de julio lo hará Casa Marcial y La Salgar "quizá espere a septiembre", aunque seguirán con la comida a domicilio porque "está funcionando fenomenal, ya que es facilísimo de preparar, incluso para quien no sepa cocinar, y son menús que viajan muy bien", explican desde este grupo hostelero familiar. Ya se plantean que "pueden ser una opción para celebraciones de verano en casa, e incluso para regalar, y ya pensamos de cara a la campaña de Navidad", añaden. La Comunidad de Madrid, País Vasco, Cataluña y Andalucía concentran por el momento buena parte de sus pedidos.