Los alcaldes de Oviedo y Madrid, Alfredo Canteli y José Luis Martínez-Almeida, respectivamente, salieron de su encuentro virtual, el primero del ciclo "Diálogos políticos por la reconstrucción", aceptando una oferta mutua de hermanamiento entre las dos ciudades. Canteli ofreció "meter a la banda de gaitas en el Paseo de la Castellana", Martínez-Almeida recogió el guante, remató la jugada, ofreció un chotis de vuelta y se dijo encantado de poder asentar los lazos entre "la capital de España y la de la tierra reconquistada". Antes, en el diálogo telemático organizado por LA NUEVA ESPAÑA, los dos regidores populares habían coincidido, salvando las distancias y las dimensiones de las ciudades que administran, en el análisis del pasado próximo y del futuro inmediato. Elogiaron ambos la respuesta ciudadana ante la pandemia, pusieron en el primer plano de la recuperación el restablecimiento del empleo y la atención a la red de autónomos y emprendedores del pequeño comercio de cercanía e hicieron causa común en lo que ya es, en palabras de Almeida, "un grito desesperado" de los ayuntamientos españoles, la demanda al Gobierno central de que se eliminen las restricciones al uso de sus ahorros.

"Esa espita no se acaba de abrir", protestó a su vez Canteli. El superávit y los remanentes generados por los municipios "es dinero de los ayuntamientos, de los habitantes, y sería una vía fenomenal para la recuperación. La recuperación significa inversión, ésta significa dinero y el dinero lo tenemos. Eso es lo triste". El regidor ovetense resumió en "dos ejes" interconectados e interdependientes su plan de recuperación para la ciudad y habló de 21 millones de euros hasta 2021 para atender en primer lugar las necesidades sociales de las familias a las que la pandemia se ha llevado por delante, pero también, o sobre todo, para restablecer el empleo perdido, sabiendo que "si damos empleo eliminaremos también en parte la asistencia social".

Martínez-Almeida, que tiene muy reciente la constitución de un grupo de trabajo para la reactivación con representantes de grandes empresas, defendió como base esencial de sus propósitos esta llamada a la colaboración público-privada, "tanto al papel fundamental de la administración como a la intervención esencial para generación de inversión y empleo que tiene que pasar por un sector privado que ha sido muy castigado, pero que es determinante para el futuro de Madrid, de Asturias y de España".

El alcalde de Madrid fue duro en su crítica al trato que la ciudad ha recibido del presidente del Gobierno y lamentó que en los casi cuatro meses que han pasado desde que se desató la pandemia ha recibido todavía "ni una llamada" de Pedro Sánchez, "que fue concejal en Madrid", que vive en Madrid y del que el regidor esperaba otra actitud. "No ha tenido ni deferencia ni delicadeza ni un gesto de cariño y afecto" hacia la capital, resaltó Martínez-Almeida, que remarcó además que "nadie le habría criticado por hacerlo. Sólo queríamos sentirnos arropados por el Gobierno de la nación".

Los dos alcaldes hicieron votos mutuos por la recuperación a través del consumo, "Quiero a los madrileños en Oviedo", dijo directamente Canteli, e hicieron llamamientos conjuntos a la responsabilidad colectiva para evitar el retorno de lo más duro de la pandemia. El alcalde de Oviedo se introdujo en este punto en la controversia generada por las quejas de los empresarios del ocio nocturno en la ciudad, molestos con las inspecciones en sus locales. Les pidió "que nos ayuden, porque si no lo hacen bien a lo mejor se vuelven a cerrar los locales otra vez", que controlen las aglomeraciones, porque ahí, subrayó, "estamos fallando".