El nuevo consejero de Infraestructuras, Alejandro Calvo, ha cifrado en unos 1,2 millones de metros cuadrados la "minoración" de la superficie de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias, la Zalia. Esta intervención consistirá, sobre todo, en segregar de ese proyecto "la zona más occidental", lo que permitirá "dejar menos encorsetado el núcleo de San Andrés de los Tacones", en Gijón, según confirmó Calvo.

Alejandro Calvo dio ayer esa explicación en respuesta a una interpelación planteada por el diputado del PP, Pablo González, quien dio la "bienvenida " a esa reducción, aunque la ha considerado "escasa" para un proyecto que "ya va para 15 años" en los que, según recalcó el parlamentario del primer grupo de la oposición, "los vecinos no han podido ni retejar". El diputado popular ha cuestionado que el proceso para materializar esa minoración "vaya a suponer otros dos años".

"Es evidente que había núcleos que estaban sufriendo de una manera clara ante una perspectiva temporal que todavía se demorará", reconoció el consejero Calvo, quien destacó que la operación de la Zalia nació con vocación de acompañamiento a un mayor desarrollo portuario de El Musel, pero "a la vez sigue siendo una gran oportunidad para el desarrollo del Corredor Atlántico y de la variante de Pajares y los tráficos asociados a ella".

"Hemos escuchado tantas cosas sobre la Zalia?", reprochó el diputado Pablo González, que se acogió a la licencia de "dudar" acerca de las expectativas avanzadas ayer por el Gobierno regional para el futuro del área logística. Alejandro Calvo apostó por trasladar un mensaje de optimismo al adelantar que la pretensión del Gobierno autonómico es abordar el inicio de la venta de parcelas de la Zalia en un plazo no superior a los 16 meses. "Estamos a muy poca distancia de que pueda ser un proyecto que se comercialice y en eso estamos trabajando", afirmó el nuevo titular de Infraestructuras. Y el nuevo consejero fue aún más concreto cuando precisó que el objetivo de su departamento pasa por "estar vendiendo ese suelo para finales del próximo año".

El pleno de la Junta General tuvo un carácter semipresencial, ya que solo estaban en el hemiciclo 17 de los 45 diputados. Puertas afuera hubo una concentración de trabajadores de la antigua Tenneco, ahora Vauste.

El secretario general de Podemos y diputado, Daniel Ripa, pidió cuentas el consejero de Empleo, Enrique Fernández, por las incertidumbres que se ciernen sobre la plantilla de la empresa de amortiguadores y acusó al Gobierno socialista de connivencia "con un cierre dilatado en el tiempo de Tenneco". El Consejero aseguró que "este Gobierno no ve una actitud liquidadora" en la situación de esa empresa sino "los problemas de uno de los sectores más castigados por esta crisis".