Siete barcos -de los ocho posibles- salieron ayer a la costa de Llanes a iniciar la campaña de arranque de ocle, que se estrena con precios que no han hecho más que descender desde que en el Oriente se recuperó esta práctica hace cuatro años.

"El kilo se pagará a 50 céntimos, diez menos que el pasado año y veinte menos que el anterior; a nosotros también nos bajan el precio", subrayó Manuel Buenaga, patrón mayor de la Cofradía de Ribadesella, en referencia a la guerra con los recolectores de arribazón, que afean la práctica a los marineros que ayer comenzaron la campaña. "Hay para todos, los campos están bien recuperados y nosotros solo sacamos lo que más tarde o más temprano arrastrará la mar", señaló el marinero. Buenaga, igual que José María Herrero, patrón del "Punta Mendía", defendió el estricto control de pesaje al que se enfrentan los barcos para cumplir de forma escrupulosa con los cupos establecidos.