Salud ha tenido que extremar el "rastreo" del riesgo que ha podido suponer que la última contagiada asturiana con covid-19 sea, al parecer, una joven que trabaja como cajera de supermercado en Ribadeo. En concreto, la mujer sería empleada del Eroski de la localidad, uno de los centros neurálgicos de las compras en la frontera astur-gallega.

Pese a ello, las indicaciones de la propia contagiada al parecer están llevando a que se ciña a un círculo relativamente estrecho sus contactos, tanto en Asturias como en Galicia, y salvo imprevistos los especialistas no preven en estos momentos que se pueda dispara la situación. Por ahora cuentan con dos contactos entre compañeros laborales y cinco personales, en población gallega y asturiana.

El nuevo caso de covid-19 que no se va a registrar en Asturias sino en Galicia se tramitó en el centro de salud de Vegadeo, al que fue a consultar la joven al ser el que le corresponde, pese a que la mujer trabaja en Ribadeo y vive también en la comunidad gallega. De hecho, su situación clínica no es complicada por el momento y será en su domicilio de Galicia donde se mantendrá el seguimiento oportuno.

Con el caso de esta joven asturiana, contagio que estaría vinculado al brote en la Mariña lucence, Asturias rompe esa barrera mental de 20 días sin un nuevo positivo, como explicaron en rueda de prensa el presidente regional, Adrián Barbón, y el consejero de Salud, Pablo Fernández. Barbón insistió en que deberían volver a extremarse las medidas básicas de control de la pandemia, como el uso de las mascarillas, tras el "relajo que se ha percibido en días pasados" y que no sería nada prudente. Por ahora, en todo caso, el nuevo contagio no tiene el tratamiento de brote porque solo está ceñido a una persona y para que sea brote debe implicar a tres contagiados relacionados, o un solo caso si se da en un centro de mayores.