"Fue un buen recurso que por suerte no se tuvo que estrenar. Esperamos no tener que volver". Lo dicen los sanitarios que hasta ahora habían estado asignados al hospital provisional del recinto ferial Luis Adaro de Gijón que, ante el bajo número de casos, se desmontará de forma inminente. Salud había instalado en el recinto 144 camas y había contratado a unos 40 sanitarios para uno de sus bloques. No se llegaron a necesitar, aunque durante semanas fueron citados a trabajar en un hospital completamente vacío. Después se quedaron de guardia en casa y, ya al final de la pandemia, se habían reubicado, sobre todo, en el área sanitaria gijonesa, donde seguirán ahora.