Un joven acusado de agredir sexualmente a su expareja en Teverga ha aceptado una condena de seis años y un día de prisión, lo que supone reconocer los hechos, para evitar que la Fiscalía y la acusación particular elevaran la solicitud de 11 años de cárcel por la aplicación de la agravante de razones de género. El procesado ya estuvo en prisión 22 meses por saltarse una orden de alejamiento de la víctima.

El Ministerio Fiscal y la acusación particular, dirigida por el abogado Carlos Álvarez Arias, sostuvieron que el procesado mantuvo una relación sentimental con la víctima de año y medio, que finalizó a mediados del verano de 2016. El acusado nunca aceptó la ruptura y siguió llamando y presentándose en casa de su exnovia.

La situación fue empeorando y, cuando el 10 de septiembre de 2016 el procesado la llamó para verla, ella se negó, diciéndole que prefería permanecer en su domicilio, en Teverga, donde vive con sus tres hijas, fruto de un matrimonio anterior. En realidad, la mujer había planeado irse a unas fiestas con una amiga.

Según el relato de la Fiscalía, el hombre se presentó en su casa de madrugada insistiendo en que le abrieran. Una de las hijas de la mujer se negó y avisó a su madre de lo que estaba ocurriendo. Cuando regresó a su domicilio con una amiga, se encontró con el procesado, quien le recriminaba y pedía explicaciones por haberse ausentado de la vivienda.

La mujer subió a casa para calmar a su hija, mientras que el procesado se quedó hablando con la amiga, alterándose nuevamente al advertir una llamada proveniente de un amigo, a quien no conoce pero que relaciona con su expareja.

En el momento en que la situación parecía calmarse, la amiga se fue del lugar y la mujer entró en el portal, seguida por el procesado, quien le dijo: “Ahora vamos a hablar”, “¿con quién estuviste?” A continuación, le exigió que se quitara la ropa o la molía a palos. Ella se negó, comenzando a llorar, rogándole que no le hiciera eso. No obstante, el procesado, mostrándose impasible ante sus súplicas, la agredió sexualmente. Seguidamente le dijo que si se enteraba que estaba con otro hombre la mataría, y se fue.

Horas más tarde la llamó por teléfono pidiéndole perdón, convenciéndola para que no le denunciara, cosa que, en un principio, logró. Sin embargo, sobre las 22,00 horas del 15 de septiembre, el procesado la volvió a llamar por teléfono, insistiendo para reanudar la relación. Durante la conversación, como llamaban al timbre del portal, el agresor supuso que se trataba del hombre al que relacionaba con su expareja, por lo que se presentó de nuevo en casa de ella exigiendo verlo. Cuando la mujer le dijo que no estaba, la agarró por los hombros y la empujó escaleras abajo, golpeándose contra la pared.

La Fiscalía y la acusación particular retiraron las acusaciones por lesiones y amenazas, pero elevaron la cuantía de la indemnización a 18.000 euros por daños morales a la víctima. Además, el procesado no se podrá acercar a la víctima durante 10 años, y tendrá 5 de libertad vigilada.

El letrado de la acusación, Carlos Álvarez Arias, señaló que "en cuanto tengamos la sentencia, solicitaremos su ingreso inmediato en prisión".