Entre el temor y la esperanza recibieron ayer en el Occidente la decisión del gobierno gallego de levantar parte del confinamiento establecido en catorce concejos de La Mariña lucense para controlar el rebrote de covid-19. "La apertura es buena para la comarca, pero siempre que se haga con todas las garantías sanitarias", defendió ayer el alcalde de Taramundi, César Villabrille.
Desde la pasada medianoche, siete de los catorce concejos lucenses afectados, los del interior más O Vicedo, recuperan la libre movilidad, mientras se mantienen las restricciones en la línea de costa, entre Ribadeo y Viveiro. El gobierno gallego es especialmente restrictivo con el concejo de Burela, foco principal que registra más de la mitad de los 182 casos activos notificados ayer. Los bureleses no podrán salir del concejo durante los próximos cinco días, mientras que los vecinos de Ribadeo, Barreiros, Foz, Cervo, Xove y Viveiro tendrán movilidad entre ellos.
El regidor taramundés explica que el cierre de La Mariña se hizo notar y mucho. No en vano, recursos como la playa de As Catedrais, en Ribadeo, son un importante atractivo para toda la comarca asturgalaica. "Para nosotros As Catedrais es como un recurso propio. Por los datos de la oficina de turismo sabemos que una gran parte de la gente que pasa por la playa viene también aquí. Nos interesa que Galicia esté bien y funcione bien porque así nos irá bien a nosotros", añade el Alcalde, deseoso de recuperar cierta normalidad siempre que los datos sanitarios lo avalen. "No vale precipitarse", añadió.
En términos similares se expresa el alcalde veigueño, César Álvarez, quien deja claro que "el cierre de Galicia nos repercute a todos". Dice que la zona vivió un mes de junio muy bueno en cuanto a ventas y movimiento, lo que contrasta con la situación actual. El brote fronterizo ha supuesto un palo "tanto económicamente como anímicamente", pues hay una enorme preocupación en territorio asturiano por el aumento de contagios. "Lo que quiero trasladar a la gente es que hay seguridad. Todos los ojos de salud pública están aquí, así que más controlados no podemos estar. Hay que concienciarse de que va a haber casos y ser responsables", precisa. Considera que la apertura de La Mariña es "positiva siempre que se controle bien el brote, ya que el objetivo es que no se expanda el virus".
Tanto Vegadeo como otros concejos del Occidente decidieron cerrar su mercado semanal a raíz del brote mariñano, lo que ha provocado las quejas de los comerciantes. El regidor señala que la idea es retomarlo para puestos de alimentación, si recibe los permisos de Salud Pública, el sábado 18 de julio. Por su parte, la presidenta de la asociación de comerciantes local(Ascove), Isabel Menéndez, ve con "precaución y cautela" el aumento de la movilidad en torno al brote mariñano. "Nos hace falta que puedan entrar los gallegos, pues hay mucho trasiego con los municipios limítrofes, pero siempre pensado que la salud es lo primero", apunta. En este sentido, Vegadeo sale beneficiada de las medidas acordadas por la Xunta, ya que entre los concejos que levantan las restricciones está Trabada, uno de los más próximos a suelo veigueño. Menéndez pide a la población "prudencia y responsabilidad".
En Tapia, la secretaria de la asociación de hostelería, Elisa González, también cree que lo "ideal" es que Galicia reabra la frontera pues "tenemos mucha caída de negocio por proximidad". En este sentido, reconoce un "parón tremendo" tras el cierre mariñano. Lo mismo ha pasado en Castropol, donde se ha notado especialmente el bajón en los arenales del concejo. El alcalde castropolense, Francisco Javier Vinjoy, dice que el brote no solo ha afectado al turismo sino a la tranquilidad de los vecinos. También apela a la concienciación individual para que el virus no siga extendiéndose.
