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Los decanos se sienten "abandonados" y "sin directrices" ante el inicio de curso

Varios centros universitarios afirman que el Rectorado tiene un plan de "generalidades" que se resume en que "cada uno haga lo que pueda"

Los decanos se sienten "abandonados" y "sin directrices" ante el inicio de curso

"No tenemos instrucciones concretas de nada ni las esperamos ya a estas alturas. La toma de decisiones vuelve a recaer en los centros". Esta es la crítica que hacen varios decanos ante la falta de directrices "claras" por parte del Rectorado para planificar el próximo curso académico. El equipo de Santiago García Granda llevará al Consejo de Gobierno del próximo viernes día 17 un "Plan de Adaptación de la Actividad Docente de la Universidad de Oviedo para el curso 2020-2021", que recoge, según lamentan los responsables de centros, "generalidades". "El documento se podría resumir en que cada uno haga lo que pueda. Nos sentimos abandonados", se quejan.

Llueve sobre mojado, tras lo ocurrido con los exámenes finales. Entonces, el Rector dio libertad a los centros para que decidiesen cómo hacer los exámenes -si de forma presencial o a distancia-, lo que generó caos y aún mayor incertidumbre entre el estudiantado. Ahora, a dos meses de que empiece el nuevo curso y con las vacaciones de verano de por medio, los decanos y directores esperaban tener unas instrucciones claras para septiembre. Sin embargo, esta semana se encontraron en el buzón de sus correos con un plan, que básicamente incluye las recomendaciones hechas por el Ministerio de Universidades.

"¿Cómo nos vamos a mojar nosotros y decidir si ciertas actividades se pueden hacer presencialmente o no si podemos tener problemas?", se preguntan. Y lo que es peor: si cada facultad y escuela opta por un modelo diferente, "¿cómo se organizan los profesores que dan clases en diferentes campus?", apuntan. Los representantes de facultades y escuelas también opinan que la institución académica asturiana llega ya "tarde" en la planificación del curso que viene. "Nos quedan tres semanas para las vacaciones oficiales y todo está por hacer", lamentan, como ya lo hicieron los directores de colegios e institutos asturianos, a la espera de instrucciones de la Consejería de Educación. "Nos gustaría que hubiera una mayor comunicación ente todos los decanos y el Rector, y tener directrices claras para todos", señalan.

En otras universidades, alegan los decanos, ya hay normas y son concretas. Por ejemplo, el equipo de gobierno de la Universidad de Vigo ha optado por empezar el próximo curso con una decena de grados y 24 másteres presenciales, mientras que otras 20 titulaciones serán parcialmente presenciales y las 23 restantes en modalidad mixta. Por su parte, la Universidad Autónoma de Madrid impartirá docencia semipresencial en todas sus titulaciones, "de forma que las actividades en el aula y a distancia se podrán realizar simultáneamente, en tiempo real, o en diferido, a través de plataformas electrónicas". Cada institución está aplicando un modelo diferente, ya que el Ministro Castells ha apelado nuevamente -como pasó con el final de curso- a la autonomía universitaria y ha optado por no mojarse.

El plan asturiano se ha elaborado sin consenso de los centros, a pesar de que hubo "varias peticiones" de reuniones. El documento plantea tres escenarios, pero ninguna medida: el presencial, la presencialidad adaptada y los confinamientos puntuales. El segundo es el semipresencial; "supone -explica el texto- una limitación en el número de estudiantes en función del espacio disponible y puede obligar a realizar parte de las actividades de forma online". Este parece el escenario más probable en la Universidad de Oviedo, teniendo en cuenta que 13 centros, de un total de 19, han acreditado por escrito al Rectorado que no disponen de espacio suficiente para acoger a todo su alumnado guardando el metro y medio de separación. De este modo, añade el plan, "podría darse el caso de que una misma asignatura requiera sesiones no presenciales para las clases expositivas y sí cumpla los requisitos para la docencia presencial en prácticas o tutorías grupales".

Para el escenario semipresencial, el equipo rectoral hace una serie de recomendaciones: "evitar, salvo circunstancia excepcional, que todas las actividades de una asignatura sean sustituidas por no presenciales"; "procurar que todos los grupos de una misma asignatura se programen en el mismo formato" e intentar que "las actividades de las materias de primer curso no se realicen en su totalidad de forma no presencial, para establecer un contacto con los estudiantes en su incorporación a la Universidad". Por otra parte, "si las condiciones sanitarias lo aconsejasen -menciona el Rectorado- podrían precisarse 'confinamientos puntuales' similares al producido el 12 de marzo, en los que todas las actividades deberán realizarse de forma no presencial".

Por ello, la Universidad dispondrá de "un sistema alternativo y global para la docencia y evaluación online de todas las asignaturas correspondientes al curso académico 2020-2021, en el campus virtual y con las herramientas del Microsoft Office y, en particular, Microsoft Teams". En concreto, sobre la digitalización, dice que "las plataformas Moodle del campus virtual, local y en la nube, han demostrado su robustez, aunque necesitan verse reforzadas con más recursos".

Para las prácticas de laboratorio, el Rectorado suscribe las palabras del Ministerio de Universidades: "Se recomienda no compartir materiales. En caso de ser preciso hacerlo, se deben extremar las medidas de precaución, así como insistir en su limpieza con desinfectante,". El equipo de García Granda también sugiere a los centros que, "ante las circunstancias complejas que se avecinan, intensificar el contacto con sus estudiantes": "Resulta evidente que el personal docente e investigador tendrá que incrementar la comunicación con el estudiantado y reforzar el seguimiento de sus estudios".

Los decanos dicen haber perdido "la fe" en que el Rectorado lleve al Consejo de Gobierno medidas más concretas y creen que cada centro "tendrá que buscarse la vida". El plan actual no les vale. "Necesitamos tener una adaptación general para a partir de ahí diseñar lo concreto de cada grado", explican. Otros responsables, en cambio, sostienen que "las decisiones tienen que venir de las autoridades sanitarias": "Ni el Rector ni los directores y decanos somos quiénes para establecer criterios que son sanitarios. A nosotros solo nos queda aplicarlos".

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