Varios tripulantes de al menos una embarcación asturiana han tenido que regresar a su puerto base tras haber mantenido contacto con un marinero de Burela que dio positivo en Santoña (Cantabria) en las pruebas de covid-19. Por ahora, no han trascendido ni el nombre de las embarcaciones ni sus puertos de origen, aunque se encuentran bajo control de las autoridades para evitar que surja un rebrote fruto del contacto entre marineros.

Dos compañeros del pescador infectado permanecen aislados en un albergue cántabro y siete tripulantes de embarcaciones gallegas no pueden bajar de sus barcos, pendientes de ser sometidos a las pruebas de coronavirus. Además, seis marineros de un pesquero vasco que estuvo en Santoña se encuentran en aislamiento preventivo a la espera de recibir los resultados de las pruebas PCR que se les ha hecho ante la sospecha de que estén contagiados. Todo ellos a raíz del positivo en el barco de Burela, localidad de La Mariña lucense, área aislada por un brote de coronavirus.