Las circunstancias que rodean la muerte de Javier Solares recuerdan el caso de David Carragal, el maestro de Cudillero que falleció el año pasado tras recibir una patada en la cabeza en las fiestas del barrio ovetense de La Florida. Los hechos también ocurrieron de madrugada, y en el transcurso de una discusión en la que un joven llanisco le propinó una patada que alcanzó a la víctima en la parte derecha de la cabeza que le hizo caer de espaldas semiinconsciente y a plomo, y golpearse violentamente la zona parieto-occipital contra el suelo. El acusado y sus dos acompañantes huyeron, sin sospechar que el profesor yacía muerto. Las graves lesiones originadas por la caída al suelo fueron las causantes del fallecimiento. En este caso fue el propio acusado y sus dos acompañantes quienes se entregaron, aunque finalmente solo se inculpó al que propinó la patada. Desde junio del año pasado está en prisión, a la espera de que se celebre el juicio con un jurado popular. La Fiscalía califica los hechos de homicidio y la acusación particular, de asesinato. La defensa mantiene que es un homicidio imprudente, "un accidente".