Un guardia civil de 47 años destinado en la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo, José Delfín Rubio Orraca, falleció ayer cuando realizaba un paseo mañanero por el entorno del faro de Tazones (Villaviciosa) y al parecer sufrió un infarto. El cuerpo fue hallado por un vecino en el camino que comunica la aldea de Villar con el faro de Tazones.

El hombre dio aviso a los servicios de emergencia y, aunque el personal del centro de salud de la zona se desplazó para prestar la atención sanitaria, nada pudo hacerse por salvarle la vida. El agente, que según confirmaron distintas fuentes tenía un problema coronario previo, habría fallecido por causas naturales.

José Delfín Rubio Orraca estaba destinado desde hacía años en la Comandancia de Oviedo y era muy conocido en la comarca oriental, además de muy respetado en el cuerpo. Las distintas fuentes consultadas coincidieron en describirle como "una buena persona y muy buen compañero. Una persona muy prudente y comedida". También señalaron que pese a su dolencia coronaria, él agente seguía trabajando por decisión propia, cumpliendo con sus servicios en el acuartelamiento de El Rubín.

Casado y con una hija de 12 años, su capilla ardiente se encuentra en el tanatorio del Oriente y el funeral tendrá lugar a las 17.00 horas de hoy en la iglesia parroquial de Gobiendes, en Colunga.