Villaviciosa dio ayer el último adiós a Xavi Solares entre lágrimas de tristeza por su repentina pérdida y al ritmo de las gaitas de la Banda de Villaviciosa-El Gaitero, que hicieron el paseíllo al féretro a la entrada y salida del funeral. La iglesia parroquial de Santa María, antigua iglesia conventual de San Francisco, se quedó pequeña para albergar a las decenas de familiares y amigos que quisieron arropar a la familia de Xavi en tan duros momentos. Los restos mortales del maliayés, que falleció por traumatismo craneoencefálico tras ser agredido la madrugada del domingo pasado en Potes (Cantabria), fueron recibidos con grandes honores. Un coche fúnebre repleto de ramos de flores y coronas demostró el cariño que le profesan en Villaviciosa.

La Banda de Gaites Villaviciosa-El Gaitero recibió a Xavi a las puertas de la iglesia y le hizo el paseíllo al son de la marcha procesional de Belmonte. La hermana de Xavi, Elvira María, estuvo visiblemente afectada tanto el lunes en el tanatorio como ayer en el funeral, pero sacó fuerzas de flaqueza para portar la caja con los restos mortales de su hermano hasta el interior de la iglesia maliayesa. La pareja de Xavi, Caterina, agradeció a los gaiteros que estuviesen presentes en el último adiós a Xavi, rompiendo en aplausos antes de entrar al funeral.

Dos sacerdotes oficiaron el funeral: Agustín Hevia, el párroco de Lugás; y Gonzalo Suárez, párroco de Villaviciosa. Los religiosos aludieron en sus discursos a que la fatídica muerte de Xavi es "algo inexplicable". Describieron la situación con la vida de San Camino de Lelis, onomástica de ayer. "Este santo nos enseña que en el corazón humano puede haber la mayor mezquindad y también el mayor heroísmo. Somos capaces de hacer el bien y el mal", proclamaron. También hicieron un llamamiento a la paz: "Cuando hay cualquier episodio de violencia no podemos culpar a los demás. Pedimos paz y sosiego para nuestras almas y, para Xavi, el perdón y la misericordia de Dios".

Los sacerdotes también hablaron acerca de la trágica situación por la que está pasando la familia de Solares tras su fallecimiento a los 46 años. "Nos sobrecoge cuando la vida es arrebatada de una manera tan inexplicable", comentaron desde el altar mayor de la iglesia parroquial. Los párrocos también hablaron de la esperanza a la que debe aferrarse la familia de Xavi, a quienes intentaron consolar tanto en la liturgia como a la salida del templo religioso, donde un gentío les arropó entre abrazos y palabras de consuelo que se encontraron con lágrimas y rostros desencajados de familiares y amigos que daban el último adiós a Xavi, un vecino de Lugás que supo hacerse querer en Villaviciosa y que nunca dudó en ayudar a sus convecinos cuando lo necesitaban.

Villaviciosa, conmocionada por la muerte de un vecino en Potes

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El director de la Banda de Gaites de Villaviciosa-El Gaitero, Daniel Álvarez, esperaba a la salida de la iglesia, gaita en mano, y aún no encontraba explicación a lo sucedido: "Aún no me creo que esto esté pasando", decía, visiblemente emocionado. Las gaitas, al igual que la tarde del lunes en la plaza del Ayuntamiento, volvieron a sonar para despedir a Xavi con el "Asturias, patria querida". Después de la última nota del himno asturiano, las emociones brotaron entre los presentes.

Los familiares más cercanos, a las puertas de la iglesia, no albergaban consuelo. El párroco de Lugás se acercó a ellos para darles ánimos en los momentos más duros. La pareja de Xavi Solares, Caterina, permaneció abrazada al padre de la víctima, José Isauro, y contemplando a los presentes, agradeciendo tantas muestras de cariño recibidas. Posteriormente, los restos mortales de Xavi fueron trasladados al cementerio parroquial de Castiello de la Marina, donde recibió cristiana sepultura.