El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha puesto esta mañana delante de Naturgy e Iberdrola el ejemplo de EDP. Los planes compensatorios diseñados por la eléctrica portuguesa para el cierre del único grupo de carbón que conserva en la central térmica de Soto de Ribera se parecen "a lo que queremos para las otras dos", dijo Barbón en la Junta en referencia a las alternativas de inversión que las otras dos compañías están retrasando para sus centrales de Lada (Langreo) y Soto de la Barca (Tineo).

El jefe del Ejecutivo autonómico introdujo esta referencia en su respuesta a Ciudadanos en la sesión bisemanal de preguntas al Presidente en el pleno de la Junta General del Principado. Convencido de que al fin hay un respiro en la dura transición energética sin compensaciones para Asturias, Barbón marcar la senda indicando el cierre del grupo térmico de Soto de Ribera "y su sustitución por un proyecto de futuro relacionado con el almacenamiento de energía" que incluye "el mantenimiento del empleo" y se asocia a otra alternativa vinculada a la quema de gases siderúrgicos en la central de Aboño (Carreño).

En su respuesta a la portavoz de IU, Ágela Vallina, Barbón anunció su intención de cerrar los acuerdos de concertación social con los sindicatos y la patronal "a finales de este mes, o todo lo más el que viene" y aprovechó para tirar el primer anzuelo a la oposición de izquierdas de cara al presupuesto de 2021, básico a su juicio para que los compromisos de esta nueva concertación reformulada, "poscovid", tengan un respaldo de recursos para ser puestos en práctica. La concertación, aseguró, "se tiene que plasmar en otros acuerdos, de nada servirá si no los hay en los presupuestos o si a la hora de legislar nos encontramos con el rechazo de la cámara".

Cuando el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, como portavoz también de la indignación de los centros educativos de la concertada, llevó a la Junta la "discriminación", el "desprecio" y el "abandono" a que el Principado somete a los 32.000 alumnos de la red, y cuando lo hizo invocando el pasado del Presidente como alumno del colegio San José, recién cerrado en Sotrondio, Barbón negó la mayor invocando la certeza de que "no hay recorte ninguno". Se refería al mantenimiento del compromiso inversor de su Gobierno en esta legislatura, pero recordaba también que su obligación es "gestionar la educación pública". Defendió los planes de la Consejería para el futuro de la enseñanza poscovid y las condiciones de aplicación de un fondo extraordinario que "nace y tiene que ser invertido en la educación pública, y que no va a ser siquiera suficiente para hacer frente a todas las necesidades" de esta red.