Asturias perdió ayer su privilegiada situación en España y en Europa frente al covid-19, y se vio obligada a declarar el primer rebrote de coronavirus desde la conclusión del estado de alarma. Por el momento, esta agrupación de casos afecta a tres personas que viven en un mismo domicilio en el concejo de Valdés, y se estudia si también forma parte del mismo una cuarta persona. Además, ha dado positivo una pareja de Gijón después de que uno de sus miembros hubiese regresado recientemente de Chile; y también una auxiliar de enfermería del Hospital de Jarrio (Coaña) vecina de Castropol. Lo mismo ha sucedido con una niña de la comarca de Avilés que había estado en un campamento en Salduero (Soria) donde se han registrado varios infectados. Este último caso ha sido asignado a su comunidad de origen: Castilla y León. Todos ellos presentan síntomas leves y permanecen en sus domicilios.

El brote de Valdés tiene su origen en una mujer de la República Dominicana de 52 años que había sido diagnosticada días atrás. El martes de la semana pasada voló desde su país de origen hasta Madrid, y prosiguió el viaje en un coche con otras personas hasta su domicilio en el noroccidente asturiano. Se dedica a cuidar personas mayores. No ha trascendido si las dos personas a las que ha contagiado forman parte de su familia o son personas a las que presta cuidados domiciliarios. Sí se sabe que el brote "es intradomiciliario, con una situación muy localizada y con muy buen control", destacó el director general de Salud Pública del Principado, Rafael Cofiño.

Lo que parece haber entrado en un terreno un tanto nebuloso es el viaje en avión de la ciudadana dominicana originaria del brote. En su comunicado de la semana pasada, la Consejería de Salud señalaba que era un caso "importado", o sea, que venía enferma de su país. El mismo comunicado indicaba que había volado el martes y que "comenzó a sentirse mal el miércoles por la noche". Y el protocolo de rastreo del Ministerio de Sanidad para detectar a los contactos de los nuevos infectados indica que "el periodo a considerar será desde dos días antes del inicio de síntomas del caso hasta el momento en el que el caso es aislado". Si todo esto es así, habría que concluir que, entre los pasajeros del avión, debería ser considerada contacto estrecho "cualquier persona situada en un radio de dos asientos alrededor de un caso y a la tripulación o personal equivalente que haya tenido contacto con dicho caso". No consta que la Administración regional haya dado indicaciones a instancias nacionales o internacionales para que inicien rastreo alguno en esta línea.

"Hay que ser conscientes de que tenemos un reto por delante. Esto supone un contratiempo sanitario importante y las próximas dos semanas serán claves para ver si esto se queda en casos leves intrafamiliares o sigue habiendo propagación", señaló el alcalde de Valdés, Óscar Pérez. El regidor mostró su frustración por el hecho de que su municipio no siga libre de covid pese a los esfuerzos realizados por parte de los valdesanos.

El alcalde de Castropol, Francisco Javier Vinjoy, recibió la confirmación oficial de que el concejo cuenta con un caso de covid positivo entre sus vecinos: la ya citada auxiliar de enfermería de Jarrio. Desconoce si el caso puede tener vínculos con los brotes de Valdés o de La Mariña lucense, por la proximidad del municipio castropolense, frontera con Galicia.

Según la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra, a última hora de ayer en Asturias había seis enfermos de covid-19 en aislamiento domiciliario con situación leve y seguidos desde atención primaria; tres ingresados en cuidados intensivos (UCI) con pronóstico reservado; un paciente en planta en el Hospital de Cabueñes (Gijón) con pronósticos reservado y buena evolución; y dos pacientes recientes y leves ingresados en el Centro para Discapacidades Neurológicas (Credine), de Barros (Langreo). "El sistema de rastreo ha funcionado", concluyó Concepción Saavedra.