Los frutos rojos, y en especial el arándano, se han convertido en la fruta del siglo XXI debido a sus propiedades antioxidantes. En Asturias ya forman parte habitual de su paisaje rural y su producción alcanza las 200 hectáreas de cultivo actualmente.

La primera plantación que se realizó en España fue en el año 1967 en el pueblo de Borres, en Tineo, y tras un proyecto realizado por el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA). A finales de los 80 y principios de los 90 se empezaron a realizar las primeras plantaciones comerciales en los concejos de Villaviciosa y Pravia y fue a partir del año 2005 cuando se extienden por el territorio.

La demanda creciente de este producto obligó en los últimos años a una profesionalización del sector que es visible en toda la cadena, desde el cultivo a los centros logísticos de envasado. Una situación que ha permitido llegar con el producto a otros mercados nacionales e internacionales, llevando la marca de "Alimentos del Paraíso" a Francia, Alemania, Holanda, Suiza, Italia y el Reino Unido.

Por situación geográfica y por sus terrenos fértiles, Asturias es un lugar idóneo para el cultivo no sólo de arándanos, también de fresas, frambuesas e incluso moras.