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El asturiano que enseñó español a Microsoft

José Luis Riesco lideró la traducción de manuales de la compañía

José Luis Riesco.

Bill Gates (sin olvidar a Paul Allen) logró en la década de los ochenta que manejar un ordenador personal estuviera al alcance de medio planeta y fuese algo tan sencillo como usar una calculadora o sintonizar la tele. Y fue un asturiano, el somedano José Luis Riesco Menéndez (Pola de Somiedo, 1961), quien hizo posible que con la traducción de los manuales de la compañía Microsoft al español se pudiera acceder en España y Latinoamérica a las facilidades de los sistemas operativos del famoso gigante tecnológico: el primitivo MS-DOS y posteriormente el definitivo Windows que tanto ha simplificado el uso de computadoras.

Fue en 1989 cuando Riesco aterrizó en la compañía estadounidense, donde, explica, estaban prácticamente "desesperados" por encontrar a alguien que ocupara el puesto de "Spanish Language Specialist" (especialista en lengua española). De la oportunidad laboral se enteró por otro asturiano, Juan Hevia, de Soto del Barco, quien con su esposa ovetense, Teresa Fernández, fueron los primeros del Principado en trabajar en la hoy mundialmente conocida y célebre Microsoft.

El somedano era administrativo desde 1986 en el Instituto Calderón de la Barca de Gijón tras estudiar Filología Española (especializado en Lengua). "De aquella yo ya trabajaba con ordenadores, tratando de informatizar la secretaría del instituto, así que estaba muy familiarizado con los productos de Microsoft", explica a LA NUEVA ESPAÑA desde Seattle, estado de Washington (EE UU), donde reside.

José Luis Riesco envió su currículum por fax, aunque de inglés poco sabía, pues había estudiado francés en su formación académica. No obstante, en Microsoft comenzaron a llamarle para entrevistas. "No me enteraba de nada, pero por eso digo que debían de estar desesperados por encontrar a alguien de español, pues cambiaron de estrategia y comenzaron a entrevistarme en mi idioma los directores generales de Microsoft España y Microsoft México, así como un par de ejecutivos hispanohablantes. Luego, Juan me comentó que la plaza llevaba abierta sin cubrir seis meses", relata.

La prueba salió bien, consiguió el puesto y en septiembre de 1989 se fue a EE UU, donde sigue trabajando en Microsoft, si bien hubo unos años que se dedicó a otras cosas. "Mi primer trabajo fue organizar el departamento de español, de aquella en estado caótico. Crear una guía de estilo, negociar el vocabulario técnico con las diversas subsidiarias en España y Latinoamérica, seleccionar y contratar traductores y editores dependientes de mí, etcétera", explica el somedano, quien hoy en día es "content manager" o jefe de contenidos para soporte de Microsoft Office Comercial, de cuyos artículos se ocupa: "Al cabo de unos años de llegar de traductor, comenzamos a contratar agencias de traducción en lugar de tener a gente en Microsoft, así que me cambié de puesto a buscar, contratar, negociar y manejar las agencias de traducción, y posteriormente otros diferentes trabajos hasta el que tengo ahora".

José Luis Riesco destaca ventajas, pero también admite inconvenientes de trabajar en el conocido como "imperio Gates", ya que "siempre es interesante, pero además estresante a la vez" por ser una empresa en constante cambio. "Lo que más me gusta es su carácter internacional. Mis compañeros de trabajo son de todas las razas y países, y eso me encanta".

Con todo, entre sus planes a medio plazo está regresar a su tierra asturiana, poco conocida entre sus amigos y compañeros de trabajo, la mayoría con referencias solo de Barcelona, Madrid, San Sebastián ("lo visitan por peregrinaje gastronómico") y el sur de España. "Muy pocos se aventuran a ir al Norte y se sorprenden cuando les cuento que Asturias es verde y lluviosa porque comparte la misma latitud que Oregón", explica el somedano, que este verano se quedará sin su visita de rigor al Principado por culpa del coronavirus.

"Pero volveré definitivamente a Asturias el año que viene. Mi mujer es eslovaca y le encanta España y la región, así que nos instalaremos en Gijón. Mis padres viven parte del tiempo en esta ciudad, de noviembre a marzo, y el resto en Pola de Somiedo pues tienen una casa allí. Quiero pasar los últimos años de su vida con ellos", aclara.

En lo que piensa trabajar una vez abandone el gigante Microsoft es algo que aún no tiene claro este filólogo cuyas traducciones de sus manuales de informática han permitido que los ordenadores entren y se usen en los hogares hoy en día tanto o más que un frigorífico o una lavadora. "Tenemos algunas ideas, pero nada concreto", concluye José Luis Riesco.

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