Los colectivos ecologistas reclaman el cierre de todas las granjas de visón de España. Una reivindicación que viene de lejos, y que incluso llegó hace algunos años a los tribunales, y que ha cogido un nuevo impulso tras el brote registrado en una granja de La Puebla de Valverde, en la provincial de Teruel, que obligará a sacrificar a 92.700 animales tras detectarse la transmisión comunitaria entre las bestias y los empleados de la explotación.

En concreto, la delegación española de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (WWF/ADENA) impulsa una campaña de recogida de firmas para reclamar el cierre "urgente y definitivo" de las 38 granjas de visón americano que hay en España, ya que el colectivo ecologista afirma que estos animales son, por un lado, una "bomba biológica" para la naturaleza, ya que suponen "una gravísima amenaza para nuestra fauna autóctona", y por otro suponen un "riesgo para la salud", por ser los visones una de las especies animales que pueden infectarse de covid-19. De hecho, recuerda la asociación ecologista, en Holanda se han registrado brotes en un total de 13 granjas de visones. Para evitar la propagación del virus, las autoridades holandesas han obligado a sacrificar más de 600.000 visones durante las últimas semanas.

Ninguna de las 38 granjas de visones que hay en España se encuentra en territorio asturiano, aunque la vecina Galicia concentra al 85% de todas estas explotaciones, que tienen de media más de 50.000 ejemplares. Tanto es así que la Asociación gallega de criadores de visón (AGAVI) se ha consolidado como una suerte de patronal nacional del sector. Ayer, el colectivo emitió un comunicado asegurando que, desde el principio de la pandemia, todas las granjas españolas han adoptado protocolos para evitar la entrada del covid-19 en las explotaciones. Además, inciden en que el virus también está afectando a otras especies animales aparte del visón americano, como otros mustélidos (caso de los hurones) o los gatos, y recalcan que es "un hecho científicamente aceptado" que los animales se infectan a través de las personas y que un contagio a la inversa sería resultado de una infectación previa del animal por parte de un humano.

En la explotación turolense, se han registrado hasta la fecha siete casos de infecciones entre los empleados de la granja. Entre los animales, el último test, realizado a 90 visones, dio un total de 78 positivos (más de un 86%), lo que llevó a las autoridades a decretar el sacrificio de todos los ejemplares de la granja.