La Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad ha propuesto que Asturias sea el banco de pruebas de un programa piloto de rastreo de positivos por coronavirus mediante dispositivos electrónicos y en un entorno controlado. La iniciativa responde a un proyecto internacional liderado por la Universidad de Michigan en la que participa el Principado e investigadores de Estados Unidos e Italia.

El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, es uno de los firmantes de un artículo que plasma esa colaboración internacional y que será publicado en la revista "Learning Health Systems". El proyecto busca mejorar los estándares de seguimiento y aislamiento de los contagiados utilizando la tecnología, integrando en un dispositivo electrónico -similar a un reloj inteligente- datos clínicos, poblacionales y de movilidad. Asturias compite con la región italiana del Véneto para ser sede del siguiente paso, la puesta en práctica este modelo en un entorno controlado para ver si es efectivo -puede ser un edificio, una empresa o institución-. Sánchez asegura que la Universidad de Michigan está muy interesada en la región y que se abre "una gran oportunidad de posicionamiento para Asturias".