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La pesca de recreo gana pujanza: las licencias suben durante el primer semestre

Se tramitaron 9.794 permisos en lo que va de año, frente a los 14.391 de todo 2019

Enrique Fernández, "Kaki", y Leopoldo García, "Polo", pintando una lancha en el muelle de Candás. PAULA FERNÁNDEZ

Todo hace indicar que este año se batirá el récord del pasado en cuanto a licencias de pesca de recreo en Asturias. Según los datos facilitados por el Principado, desde el 1 de enero hasta el 7 de julio, se tramitaron 9.794 licencias, una cantidad muy por encima de la mitad de las que se tramitaron en 2019, que fueron un total de 14.391. A ello hay que sumar el parón de esta actividad durante el estado de alarma, una época en la que se suelen solicitar las licencias de este tipo para poder salir a pescar a caña, en lancha, o en la modalidad de pesca submarina.

Por modalidades, en lo que llevamos de año se han tramitado 8.033 licencias de pesca recreativa desde costa, es decir, a caña o en pedrero, de las 10.950 totales que hubo en 2019. En cuanto a licencias para embarcación de recreo, hasta ahora se solicitaron 992 de las 2.223 del año pasado. En ambos casos, el pago de la cuota es cada cinco años. En lo que respecta a pesca recreativa submarina, este año ya se han gestionado 796 licencias de las 1.219 de 2019.

La escasez de ofertas de ocio debido a las restricciones de la "nueva normalidad" y el temor de muchos a contagiarse en grandes aglomeraciones, ha provocado que las licencias de este tipo de ocio al aire libre vayan en aumento. No en vano, se trata de actividades en las que se está en estrecho contacto con la naturaleza. También hay que añadir que las tasas que se deben abonar para obtener una licencia de este este tipo son bajas en comparación con otro tipo de ofertas de ocio, lo que también suma y aún más en estos tiempos de incertidumbre económica.

Enrique Fernández, "Kaki", es un candasín que lleva años con licencia de pesca de recreo en vigor. Considera que este tipo de ocio es bueno porque "estás entretenido y, si sale bien la cosa, puedes llevar pescado para casa". Y es que ese es otro de los réditos de esta actividad: si pica el pez, banquete asegurado. Muchos de los que atesoran licencia de pesca de recreo son descendientes de marineros que llevan el salitre impregnado en sus venas a pesar de que sus ocupaciones distan mucho de las labores marítimas, las que tratan como un mero entretenimiento o disculpa con la que poder pasar unas horas de asueto al aire libre y "desconectar", como comentó otro joven a pie de muelle de Candás mientras limpiaba la lancha con la que pretendía salir a faenar los días siguientes.

El aliciente de realizar una actividad en pleno contacto con la naturaleza y, a la par, poder sacar rédito de ello llevando manjares marinos a casa parece que está calando entre los asturianos. Se trata de una afición a priori económica con el que uno se puede especializar en la pesca en diferentes modalidades.

En cuanto a los equipos, los costes son variables. Hay cañas y anzuelos de lo más económicos y otros más costosos. Otro tanto ocurre con las lanchas para ir a faenar cerca de la costa. En este caso, el mantenimiento es mayor, ya que hay que ponerlas a punto cada año para que estén en óptimas condiciones para navegar. Los más ávidos en estos menesteres y los principiantes, ansían con que este verano haya buenas mareas que les hagan amar aún más una afición íntimamente ligada al mar y al trabajo que fue el sustento de sus familias en generaciones anteriores.

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