La labor de los Sidros y Comedies de Valdesoto va más allá de las siempre concurridas representaciones humorísticas de la plaza de la iglesia. La recuperación de la mascarada local ha supuesto la creación de una escuela de tradición local a la que van incorporándose, o por la que van pasando vecinos, en gran parte niños, de la parroquia.

Si bien a día de hoy son unas 30 las personas encargadas de mantener viva la llama de las comedias locales, el número de participantes en las representaciones a lo largo de los últimos quince años sobrepasa los 60 y pocos son los valdesotinos de pura cepa de las últimas generaciones que nunca se hayan puesto detrás de la máscara y el característico traje de sidro. "Lo conseguido es mucho, pero también son muchos los que comparten estos méritos", comenta el cofundador y actual tesorero de "El Cencerru", Pablo Canal, visiblemente orgulloso tras recibir el "Asturiano del mes" de LA NUEVA ESPAÑA.