La imagen de una Asturias como paraíso natural y de salud ha calado a nivel nacional, y si los hoteles confían en despegar, los alojamientos de turismo rural triunfan. "Si hay cancelaciones, en el mismo día se producen nuevas reservas, sobre todo en alquiler íntegro, es decir, en casas individuales", aseveró Jaime García, presidente de la asociación de turismo rural Arca, integrada en Otea, la patronal del sector turístico en Asturias.

Las consultas y reservas para alojamientos de turismo rural en Asturias se han triplicado respecto al verano de 2019, cuando en el Principado se consiguieron cifras récord de visitantes. En el mes de junio las expectativas ya eran buenas, a la espera de que el control del covid-19 mejorara en Madrid y Cataluña, que son las principales emisoras de turistas para la región. Pero la realidad ha superado las previsiones, sobre todo en el Oriente y el área central, donde es muy difícil, por no decir imposible, conseguir una reserva para el mes de agosto. "Para septiembre las cosas ya van más lentas", asegura Jaime García. A lo mejor hasta resulta ser también un buen mes para el turismo rural.