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Un brote en un bar de Oviedo colapsa el 112 y obliga a aislar un geriátrico

El dueño, un camarero y un cliente habitual dan positivo | Dos trabajadoras de la residencia Santa Teresa que estuvieron en el local, en cuarentena

La cervecería del rebrote en La Corredoria (Oviedo), ayer. MIKI LÓPEZ

El dueño, un empleado y un cliente habitual de la cervecería Urban's, en el barrio ovetense de La Corredoria, han dado positivo por coronavirus. Los tres están aislados en sus domicilios con síntomas leves. Se trata del primer rebrote incontrolado que se registra en Asturias, dado que al tratarse de un establecimiento hostelero muy concurrido obligará a un rastreo de gran envergadura. La primera gran consecuencia es la vuelta al aislamiento de los ancianos residentes en el geriátrico público Santa Teresa de Oviedo ya que dos de sus profesionales habían estado en el local en el que se detectó el brote. Ambas están aisladas en sus domicilios desde ayer por la mañana, se han suspendido las visitas a la residencia y las salidas de los ancianos al exterior.

Las autoridades sanitarias hicieran un llamamiento a quienes hayan estado en la cervecería Urban's desde el pasado 13 de julio para que se pongan en contacto con el 112 y puedan recibir indicaciones del personal sanitario. También se les recomienda que permanezcan en su domicilio y restrinjan la vida social. El volumen de llamadas fue de tal magnitud que fue necesario reforzar el servicio de atención telefónica y cribar las llamadas estableciendo prioridades.

Salud comunicó públicamente este rebrote (el segundo si se tiene en cuenta el importado de República Dominicana detectado en el Occidente) sobre las 14.00 horas. En el comunicado se explicaba que el laboratorio de virología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) había confirmado de madrugada los tres positivos. De inmediato se pusieron en marcha los preparativos para un gran dispositivo de detección y control de la expansión del virus. Se aumentó el número de operadores en el 112 para la atención telefónica, se reforzó el personal del centro de salud de La Corredoria, se habilitaron más puntos de toma de muestras en el Autocovid en el HUCA y se intensificó el trabajo del laboratorio de virología. Fuentes consultadas ayer coincidieron en indicar que unos cálculos preliminares apuntaban a la necesidad de realizar centenares de pruebas (algunos llegaron a apuntar a más del millar), ya que el local tiene un importante volumen de clientes, cuenta con una gran terraza, hay un parque aledaño y a todo ello hay que sumar los proveedores, además de los contactos estrechos de cada una de las personas. Salud también dio la voz de alarma a primera hora de la mañana de ayer en las residencias geriátricas, por si alguno de sus trabajadores o familiares de residentes hubieran frecuentado el local.

Fue así como se detectó que dos profesionales de la céntrica residencia ovetense de Santa Teresa, con 300 plazas geriátricas, habían estado en ese establecimiento. En los geriátricos se realizan pruebas PCR con frecuencia para confirmar que no hay positivos, y se da la casualidad de que una de las profesionales se lo había hecho el jueves, dando negativo. Ayer por la mañana, las dos estaban trabajando y ambas dejaron sus puestos para aislarse en sus domicilios, donde ayer esperaban los resultados de las pruebas PCR.

Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA), que gestiona los geriátricos públicos del Principado, ordenó de inmediato aplicar el protocolo de lucha contra el covid-19, por lo que de nuevo se volvieron a prohibir las entradas y salidas del centro y se redobló la higienización de toda la residencia. "Ya se advirtió a los familiares y a la sociedad en su conjunto de que ante cualquier caso dudoso o sospechoso se aplicaría el protocolo de manera estricta, y que seríamos contundentes", señalaron fuentes de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar.

La centralita del Samu -a donde derivan las llamadas por covid desde el 112 para su cribado- se colapsó poco después de que se hicieran públicos los positivos en la cervecería Urban's, y fueron numerosas las protestas de ciudadanos que exigían que se les hicieran las pruebas cuanto antes. Fuentes de la Consejería de Salud explicaron que "se realiza una serie de preguntas y el servicio de vigilancia epidemiológica, en base a las respuestas, establece prioridades para realizar los test. Los convivientes con un positivo tienen prioridad, pero se da cita a todo el mundo".

"Me notificaron el positivo a las once de la mañana e inmediatamente ordené cerrar el bar". Son las palabras de Iván Suárez Fernández, dueño de la cervecería Urban's de La Corredoria en la que la consejería de Salud.

El dueño del establecimiento desconocía ayer que algún empleado suyo hubiese dado positivo, como informó Salud. "Tengo cinco trabajadores que se harán los PCR entre hoy y mañana (por ayer y hoy), por lo que todavía no han podido dar positivo", sostenía sorprendido.

Suárez explicó que comenzó a sentirse mal el jueves: "Tenía unas décimas y decidí solicitar la prueba". Finalmente, fue sometido a un PCR el viernes y ayer por la mañana le comunicaron el resultado. "No tengo ni idea de dónde lo pude coger, pero por el bar pasa muchísima gente a diario", señaló el hostelero, quien afirmó haber ordenado el cierre del negocio a pesar de que no es obligatorio. "Me dijeron que una vez que los positivos abandonaran el local y lo desinfectáramos podíamos seguir abiertos", añadió. Pero él prefirió cerrar por prudencia. El empresario no descarta que algún otro vecino o cliente haya dado positivo: "Quién sabe si alguno pasó ya por el centro de salud y fue sometido a la prueba". Para tratar de calmar los ánimos, el dueño de la cervecería afectada lanzó un comunicado en las redes sociales del local haciendo un llamamiento a la ciudadanía para que se cumplan las normas sanitarias. "Si no colaboramos todos, las medidas no valen para nada", escribió el hostelero.

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