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La Corredoria, tras el brote: "muchas precauciones" para "un poco de vida normal"

Los vecinos del barrio ovetense vuelven a las terrazas con mascarillas y prudencia: "Si nos quedamos en casa nos volvemos locos"

Arriba, Amelia Vinagre, Celia Vega y Ángeles Conde, ayer, en la terraza de un bar de La Corredoria. MIKI LÓPEZ

El barrio ovetense de La Corredoria, que el sábado fue testigo del segundo rebrote de coronavirus en Asturias y el primero en un local hostelero, intenta hacer "vida normal". Los vecinos del lugar afirman encontrarse "sorprendidos" de que les toque tan de cerca. Ayer vivieron su primera jornada después de conocer la existencia del foco, que ya suma cuatro contagios, en una cervecería. Y en las terrazas hubo "más o menos la misma gente que siempre", según apuntaron varios camareros.

Las calles de La Corredoria no se encontraban vacías y muchos bares, a pesar de recibir la noticia de los nuevos contagios con cierto miedo, siguieron abiertos. Las personas que se encontraban en las terrazas a la hora del vermú, en su mayor parte vecinos, coincidían en que "aunque es importante tomar ciertas precauciones", seguirán haciendo vida normal dentro de las limitaciones por la pandemia.

Amelia Vinagre, Celia Vega y Ángeles Conde se encontraban disfrutando de la jornada soleada de ayer en una de las terrazas cercanas a la cervecería Urban's, donde se vivió el rebrote. Son vecinas del barrio y para ellas la noticia fue "un gran disgusto". Amelia Vinagre recalca que "hay que andar con mucha precaución, la ropa va a la lavadora y limpio los zapatos nada más llegar a casa, pero son cosas de sentido común". Sin embargo, las tres vecinas añaden que "si nos quedamos en casa nos volvemos locas; al virus se le debe tener un poco de respeto, pero si nos confinamos, la cabeza nos da vueltas todo el día y acabamos con depresión". Vinagre precisamente trabajó hace tiempo en la residencia Santa Teresa, que el sábado fue puesta en cuarentena tras descubrir que dos de sus trabajadoras habían estado en el local del rebrote. Sabe por amigas que en el geriátrico pasaron "muchos momentos de tensión".

En otra terraza, Catalina Soto disfrutaba de la jornada soleada. Ella afirma que decidió seguir haciendo vida normal, "pues la verdad es que aquí la gente va toda con mascarilla y con el mayor cuidado posible, pero luego existe una cierta probabilidad de que te toque y eso es algo inevitable". Había estado alguna vez en el Urban's pero señala que "ahora coincidió que hacía meses que no iba". También espera que se controle la situación: "Lo más importante es que pongan las medidas adecuadas para ello y que Sanidad intente atajar el brote todo lo posible".

Aunque seguir haciendo vida normal es la opinión que prevalece entre los vecinos, el miedo a que el virus se haya podido expandir a otros establecimientos es palpable. Los clientes de los bares, siempre con la mascarilla a mano, recalcan que deberán tener más cuidado y confían en los servicios sanitarios para terminar con la incertidumbre, aunque aseguran que el virus "es impredecible y le puede tocar a cualquiera, incluso empleando las medidas de seguridad".

Para los trabajadores de las cafeterías y restaurantes de la zona la situación es "complicada". Según explica una de las camareras, "yo no estaba en el trabajo cuando esto sucedió, pero la verdad es que me pilló por sorpresa". También asegura, respecto a los positivos, que "alguno más saldrá fijo".

Roberto López, sentado en la terraza de una sidrería, afirmaba por su parte que va a hacer vida normal: "Voy a hacer más o menos lo mismo que antes". Respecto al Urban's explica que "no soy cliente habitual del bar y ahora solo queda esperar, esperar a que no pase nada y a que no nos confinen otra vez".

Para Ana Isabel Rodríguez la noticia fue "toda una sorpresa". Añade además que "donde está el virus, este no para, ahora solo hay unos pocos afectados, entonces notas un poco de alivio, pero sí es verdad que quien estuvo en ese bar puede haber estado en otros". "Creemos que va a haber más afectados, pero solo nos queda lavar las manos y hacer un poco de vida normal", afirma, con cierta resignación, la vecina.

Cierran dos locales de la zona “por precaución”

Cierran dos locales de la zona “por precaución”Dos de los establecimientos de La Corredoria anunciaron ayer que cerraban sus puertas durante unos días. Son las cafeterías Bizcoletas y Efímero, ambas situadas en el barrio y cercanas al bar del rebrote. Sus dueños publicaron ayer en Facebook que harían pruebas de PCR a todos sus empleados y que “los servicios sanitarios tendrán resultados relativamente pronto”. Los establecimientos recalcaron que tomar la decisión de cerrar había sido difícil pero que “siempre habrá tiempo para los bares, con seguridad y cabeza; la salud ahora es lo más importante”.

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