La plantilla asturiana de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) -formada por 250 trabajadores- aseguró ayer que está "dispuesta a arrimar el hombro" para tratar de rebajar la enorme lista de espera que tienen estas estaciones fruto del parón de la crisis del coronavirus. Aunque continúan esperando algún gesto por parte del Principado para negociar unas nuevas condiciones laborales que no llega. El portavoz del CSIF, Enrique Martín Rosete, aseguró que los trabajadores están dispuestos a hacer más horas extra -siempre y cuando sean pagadas- para rebajar el gran atasco de citas para conductores que deben pasar la inspección. Por lo que no pasan, advierte, es por abrir los sábados, tal y como pretende el Gobierno asturiano.

Ante el atasco, el Gobierno regional -que gestiona el servicio- presentó a los sindicatos el pasado viernes un nuevo plan para recortar las colas que incluye ampliar dos horas al día la apertura de las estaciones asturianas de ITV y abrir los sábados por la mañana. En respuesta, la plantilla ha decidido convocar una huelga indefinida a partir del tres de agosto que amenaza con elevar el colapso a unos niveles inéditos. Lo que más ha molestado a la plantilla es que el Principado quiere que hagan estas horas extra a base de recuperar las que no trabajaron durante marzo y abril, cuando la población estuvo confinada para luchar contra la expansión del coronavirus. "Estamos abiertos a arrimar el hombro, estamos dispuestos a hacer horas extra, pero no vamos a hacerlo gratis", puso de relieve Rosete.

Aunque las aglomeraciones de esa lista de espera van por zonas. La que más cola tiene es la estación de Gijón donde ayer no era posible concertar una cita antes del veinte de enero; en la de Avilés tampoco hay hueco antes del 20 de enero; mientras que en otras, también muy demandadas, como la de Pruvia (Llanera) o la cercana al centro comercial Parque Principado (en Siero) no es posible concertar una revisión antes de mediados de diciembre.

La huelga puede provocar que ese embotellamiento sea aún mayor. No obstante, el Gobierno reguló que ante el previsible atasco, los propietarios de vehículos cuya ITV caducase entre el 21 de junio y el 31 de agosto tendrían tres meses más para poder pasar la inspección técnica, para evitar sustos. De hecho, los casi tres meses de parálisis en la economía obligaron a reubicar en Asturias 38.658 revisiones. Pero el caso es que ahora mismo ya hay bastantes estaciones de ITV de la región donde es imposible reservar una inspección antes de tres meses -antes de finales de octubre - con lo que muchos conductores tendrán que virar a las que tengan una lista de espera más liviana, como la de Jarrio, que permite reservar para el 18 de agosto. Porque si no llegan a tiempo, la multa por no pasar la inspección es de 200 euros. Por esa razón, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (Aeca-ITV) hizo recientemente un llamamiento a los conductores para que no esperen hasta última hora para pedir cita.

Los sindicatos cifran la necesidad de personal de las estaciones de inspección de la región en 30 técnicos. Esa cifra, aseguran, sería suficiente como para meterle un buen tijeretazo a esa lista de espera no solo ahora, si no de aquí en adelante. Los trabajadores también reclaman al Principado inversiones para modernizar sus instalaciones.